El desafío de la verdad frente al pensamiento débil
La post-modernidad se caracteriza por la aparición de una nueva racionalidad. La razón autónoma, privada de la ayuda de la fe, ha recorrido caminos que han conducido a Auschwitz y al Gulag. Era normal que se llegara el hastío y a la búsqueda de un nuevo modo de racionalidad, El hombre postmoderno es hedonista y consumista, como le enseña el sistema. A diferencia del escriba prudente del que hablaba Jesús, que sacaba del arcón lo viejo y lo nuevo, nuestro hombre compra cada mañana una cosa nueva y a la tarde la tira porque es vieja. Relativista y escéptico, prefiere un pensamiento débil y fragmentario que no le comprometa a nada. Humberto Eco define nuestra época como la época del feeling, el sentimiento, sobre la verdad. Se vive de impresiones, de impactos sensoriales o emocionales, de lo efímero.
Es precisamente en la concepción de la verdad y de la razón donde con mayor fuerza se deja sentir la crisis de la modernidad. Según Vattimo, el único espacio que queda libre consiste en «abrirse a una concepción no metafísica de la verdad... En términos muy generales... se puede decir que la experiencia post-moderna de la verdad es una experiencia estética y retórica» (13. Cuando fracasan estrepitosamente los mitos de la modernidad que habían constituido su bandera, es la razón misma la que se repliega desencantada sobre sí misma y renuncia a su más alta vocación, la búsqueda de la verdad, contentándose en lugar de ello con verdades parciales y fragmentarias. Oyendo hablar de verdad, nuestro mundo responde con la pregunta cínica y desengañada de Pilatos: ¿y qué es la verdad?
El cristianismo, en cambio, se presenta con algunas exigencias filosóficas irrenunciables, que Juan Pablo II ha expuesto en la encíclica Fides et Ratio. La religión del Logos encarnado no puede renunciar a la razón y a la pretensión de hallar la verdad toda entera. «Sólo deseo reivindicar la capacidad que el hombre tiene de conocer esta dimensión trascendente y metafísica de manera verdadera y cierta, aunque imperfecta y analógica» (Fides et Ratio, 83). El cristiano no puede renunciar al anuncio de la verdad, convencido de que la necesidad más radical del hombre es saciar el hambre de verdad, y que la peor forma de corrupción es la intelectual, que aprisiona la verdad en la injusticia, llamando al mal, bien e impidiendo el conocimiento de la realidad tal y como es.
¿Cómo reconciliar la religión del Logos encarnado, cuya pretensión fundamental es la de ser religio vera, con una cultura que ha renunciado a toda pretensión de conocer la verdad? ¿Cómo hablar de verdad a una cultura que aborrece instintivamente conceptos y palabras fuertes? (14). Este es el desafío que tenemos planteado, para el que yo no veo más solución que proponer, no ya la verdad, sino una cultura de la verdad. Una cultura de la verdad hecha de inmenso respeto y acogida hacia la realidad, traducida en respeto hacia la persona, que es la forma eminente de lo real. En esta cultura de la verdad, en la que la dimensión de la atención, el cuidado, la sensibilidad, la búsqueda humilde adquiere un protagonismo especial, es posible reconciliar la razón y el sentimiento que la postmodernidad juzga incompatibles. Y así, paradójicamente, San Agustín se vuelve más actual que nunca, al realizar en su vida la unión entre la verdad y el sentimiento. Agustín dice «ve adonde tu corazón te lleva» -como reza el título de la novela de Susana Tamaro-, «es decir, hacia la verdad».
Anunciar a Jesucristo en la era del New Age
Íntimamente vinculado al desafío anterior está el que constituye anunciar a Jesucristo en una era de religiosidad salvaje. Se ha hablado mucho en los últimos tiempos del «retorno de Dios, como sí Dios hubiera estado alguna vez lejos del mundo y del hombre, o, con más precisión, del regreso de una religiosidad salvaje. Podemos así aventurar una primera constatación a la profecía con que abríamos esta conferencia: sí, el siglo XXI parece más religioso que el precedente. La cuestión no está en saber si nuestro tiempo creerá o no, sino en qué creerá. Si Heidegger definía la modernidad como un estado de incertidumbre acerca de los dioses, la post-modernidad representa en cambio el regreso triunfal de los dioses. No del Dios personal que se ha revelado en Jesucristo, sino de los dioses y las mitologías y religiones pre-cristianas, entre las que los cultos célticos, por su vinculación a la naturaleza, adquieren un especial relieve. Cultos pre-cristianos, que en cada región adquieren una coloración especial: si en la Europa atlántica se trata de mitologías célticas, en la América Hispana se vuelve a los cultos precolombinos, o incluso, como en algunas partes de Europa, entre ellas España, se añora un pasado musulmán idealizado como una especie de edad dorada que la llegada del cristianismo ha venido a destruir. Del regreso a las mitologías pre-cristianas pasamos a la magia, el ocultismo y el preocupante aumento de las sectas satánicas. Humberto Eco, nada sospechoso de beatería, tiene razón cuando cita al gran Chesterton para describir la paradoja actual: «Cuando los hombres dejan de creer en Dios, no es que no crean en nada. Creen en cualquier cosa» (15).
Se trata del regreso de una religiosidad salvaje, que el cardenal Lehmann ha definido «teoplasma», una especie de plastilina religiosa a partir de la cual cada uno se fabrica sus dioses a su propio gusto, adaptándolos a las necesidades propias (16).
De nuevo se plantea ante nosotros el desafío en toda su formidable magnitud: ¿cómo anunciar en medio de este magma religioso, en el gran supermercado del bricolaje religioso, a Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, que ha dejado la Iglesia en la tierra como signo y continuadora de su misión entre los hombres? Aquí es donde se requiere toda la audacia del evangelizador, recordando las palabras, hoy más actuales que nunca, de Juan XXIII en la inauguración del Concilio Vaticano II, que pude escuchar personalmente siendo su colaborador: «una cosa es el depósito mismo de la fe, o las verdades contenidas en nuestra doctrina, y otra el modo en que éstas se enuncian, conservando, sin embargo idéntico sentido y alcance» (17).
En este contexto adquiere también una actualidad especial un tema que ha sido reiteradamente propuesto por el Santo Padre y que en los días pasados hemos tratado ampliamente en el Consistorio apenas concluido: el diálogo interreligioso. Ya Juan Pablo II había señalado el diálogo con los creyentes de otras religiones como una prioridad en la carta de preparación al gran Jubileo, reiterado después en el mensaje que nos ha dejado a conclusión del año Jubilar (18). Es un imperativo inaplazable para proponer una firme base de paz y alejar el espectro funesto de las guerras de religión que han bañado de sangre tantos períodos en la historia de la humanidad. Se trata de un diálogo difícil, hecho de respeto, tejido con amorosa paciencia, que no se cansa ni se deja vencer ante los primeros reveses, que, sin embargo, nunca puede reemplazar el anuncio explícito de Jesucristo, que es el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6). Es un diálogo en perpetuo equilibrio entre la búsqueda de caminos de colaboración con otros creyentes, especialmente en la defensa de la vida y en la lucha contra el materialismo asfixiante, y la necesidad de evitar que degenere en sincretismo. Donde todo vale lo mismo, en definitiva nada vale nada. Yo mismo, tras haber dedicado años de estudio al fenómeno de las religiones (19), estoy convencido de que de su estudio, bien orientado, es un camino que acaba conduciendo a Cristo, en quien toda realidad humana, incluida la religión, alcanza su plenitud.
El diálogo no puede sustituir a la misión, ni convertirse en un consenso de mínimos. Como actividad inteligente, según la llamaba Pablo VI, es un camino hacia la verdad, a la que se llega a través de la experiencia del encuentro entre personas. Por eso, en realidad, creo que más que de diálogo entre religiones, habría que hablar de diálogo entre religiosos. El diálogo, que es una categoría eminentemente personal, tiene lugar siempre entre dos sujetos personales, y cuanto mayor y más profunda sea la experiencia de Dios de quienes dialogan, tanto mayores cotas de autenticidad alcanzará. El diálogo no puede nunca renunciar a presentar a Jesucristo buscando hacerse aceptar más fácilmente, ni escamotear el misterio trinitario, pensando que es un escollo en la predicación. De nuevo el paradigma ha de ser el del escriba sabio y prudente, que sabe sacar del arcón lo viejo y lo nuevo en su diálogo con los creyentes de otras religiones, según las necesidades de sus interlocutores, acompasando su conversación al paso de éstos. A veces tendrá que contentarse con un simple conocimiento mutuo, en la esperanza de que un pequeño puente tendido hoy pueda mañana servir de intercambio fecundo entre creyentes.
La tutela del medio ambiente El desarrollo de la economía y el agotamiento de ciertos recursos naturales ha colocado en primer plano la urgencia por la conservación del medio ambiente. El cambio climático, el efecto invernadero, el avance de la desertización, han dejado de ser problemas teóricos para convertirse en una preocupación de todos. Es una nueva conciencia ecológica, llena de incoherencias, pues al mismo tiempo que nos preocupa la contaminación y pérdida de ambientes naturales, y soñamos con el encanto de una vida en contacto con la naturaleza, estamos dispuestos a hacer bien poco por renunciar a las comodidades responsables del desgaste medioambiental: no queremos renunciar a las autopistas, ni a la calefacción en invierno, ni al aire acondicionado en verano. Para la Iglesia, esta nueva conciencia ecológica es un desafío y una oportunidad: conducir al hombre hacia la trascendencia, enseñándole a recorrer el camino que parte de la experiencia de la creación y desemboca en el conocimiento del creador, superando la tentación de divinizar la Tierra. La Escritura y el ejemplo de algunos santos, cuyo paradigma es San Francisco de Asís, ofrecen puntos de apoyo para esta evangelización de la ecología.
http://www.corazones.org/diccionario/evangelizar_desafios.htm
Grandes desafíos al Evangelizar
El Deterioro De La Conciencia Moral
La conciencia moral es lo que le da sentido pleno a la personal. Por medio de ella se adquiere el verdadero sentido de la vida y se va delineando el desarrollo integral de la persona. En ese proceso se van descubriendo los sentimientos más nobles y se forman las actitudes para la toma de decisiones que ayuden a vivir más plenamente. Es la conciencia la que últimamente acepta la fe en Dios y en sus enseñanzas (Cfr. Veritatis Splendor, 54-56). El deterioro de la conciencia moral comienza cuando ésta deja de ser expresión del sentido pleno de la vida y sus juicios se desvían hacia lo que podemos llamar “la fuerza que se vuelve criterio para determinar las relaciones entre las personas y la sociedad”. De esa manera se traiciona el principio del estado de derecho y las ‘razones de la fuerza’ substituyen a la ‘fuerza de la razón’. Cuando la persona humana se olvida de Dios pierde el sentido del pecado y de culpabilidad. Comienzan entonces las falsas concepciones de lo que es el ser humano y el deterioro de la conciencia moral. Asimismo, el falso concepto de libertad, o el libertinaje, contribuye al eclipse del valor de la vida humana. La libertad se entiende como la capacidad de hacer lo que a cada cual se le antoje, movido por su propio interés, iniciando de esa manera, la nueva cultura de un individualismo o sectarismo egoísta. La ciencia y la técnica facilitan la concepción y la difusión de la idea del “superhombre” entendido como un ser de una enorme capacidad de acción en diversos niveles y que no debe rendir cuenta de sus actos a nadie. Los medios masivos de comunicación social difunden la ideología del hombre superficial liviano (“light”) cuya única referencia es su propio bienestar entendido como un consumismo desenfrenado o como un disfrute irresponsable de las frívolas ofertas de pasatiempo fácil, viviendo en un presente sin sentido. Los grupos de poder, a nivel mundial, no encuentran el freno de pensamientos y organizaciones fuertes que propugnen un compromiso social. Con el objetivo de mantener modelos egoístas y excluyentes en lo económico y cultural, estos grupos, utilizan las organizaciones internacionales, y luego locales, para concretar políticas tendientes a disminuir el número de pobres de manera compulsiva. Así también condicionan las ayudas a los países en desarrollo y el sostenimiento de las organizaciones locales, implementando campañas que conspiran contra la vida. De esa manera la democracia pierde sus fundamentos; el Estado deja de ser la “Casa común” y en nombre de la utilidad pública prevalece el interés de los más poderosos. La relatividad filosófica, el secularismo a ultranza y el neoliberalismo económico son manifestaciones claras del imperante deterioro de la conciencia moral. Ante estas realidades es necesario reconstruir la conciencia moral y ofrecer respuestas sobre el verdadero sentido de la vida humana.
La vida es una realidad sagrada y debe ser custodiada como un don de Dios desde la concepción hasta la muerte natural. Ese don refleja la imagen y semejanza de Dios porque Él comparte su vida con su criatura. No solamente lo hace superior en el orden biológico a todos los otros seres vivientes, sino que le otorga su espíritu con todas las facultades, como la razón, el discernimiento del bien y del mal, la libre voluntad y su gracia. A lo largo de la historia, la persona humana ha podido reconocer determinados valores objetivos como la vida, la familia, la justicia, la solidaridad, la existencia de Dios, común a todas las culturas. Por eso, la religión ha sido y es un factor fundamental para el desarrollo de la conciencia moral. El sentido religioso es la cualidad natural que pone al ser humano en una actitud de búsqueda de lo trascendente, de ese Alguien que le ayudará a satisfacer sus ansias de poseer la verdad, y el deseo de hacer el bien para encontrar la felicidad. Lo religioso ilumina la verdad sobre la persona humana y le otorga el significado profundo de su pensamiento, de su acción y de su experiencia de vida en profundidad. La expresión más cabal de la dignidad humana se manifiesta en Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre. Él abre definitivamente el camino de la realización del hombre y la mujer que vencen el pecado y a la muerte. Por eso, cada instante de la vida humana tiene el sentido y el valor de la salvación. Desde esta perspectiva, el misterio profundo de la vida humana y de la tensión con la “cultura de la muerte” merece una actitud crítica. No se puede llamar al crimen del aborto como un derecho a la libertad. No se debe entender la sexualidad como algo meramente genital, orientada hacia el desahogo en el placer físico. La sexualidad no es una mercancía expuesta al consumo, desvinculada del amor, de la responsabilidad, y de la preocupación por la plena realización de las personas en sociedad. No se puede entender el matrimonio como un simple contrato que se deshace con los mismos expedientes que en un acuerdo comercial. La vocación al matrimonio expresa el sentido de la vida como un don que se comparte en pareja, de varón y mujer, para construir la familia como comunidad de amor, cimentada sobre la fidelidad y el respeto mutuos. Solamente la familia, en su concepción tradicional de hombre y mujer, abierta a la acogida de los hijos, es capaz de configurar el lugar de pertenencia donde el ser humano aprende a ser persona. Allí adquiere su identidad y forja su personalidad. Porque el amor de los padres y la convivencia familiar hacen posible la unidad, en el amor de sus miembros, y construye la cultura de la vida.
Santa Teresita del Niño Jesús
Su vida
Luis José Estanislao Martín y María Celia Guerin la noche del 2 al 3 de enero de 1873 tenían la alegría de recibir del Señor el noveno y último de sus hijos. Le bautizaron el día 4 con los nombres de María Francisca Teresa. Viven en AlencónOrne (Francia). Es nuestra Teresita.
Es sensible, sumamente avispada. Aprende enseguida a rezar y a los dos años ya toma la "resolución de hacerse monja".
A los tres años ya procura "no rehusar nada al buen Dios".
El 28 de agosto de 1877 siente un profundo dolor por la muerte de su madre. Teresa escoge como "madrecita" a su hermana Paulina.
En noviembre de 1877 el Sr. Martín con sus cinco hijas -los otros hermanitos murieron muy pronto- se traslada a vivir a Les Buissonets (Lisieux). Sus hermanitas se llaman: María, Paulina, Leonia y Celina.
El 25 de marzo de 1883 Teresa enferma gravemente, hasta el domingo 13 de mayo, en que la sonrisa de la Virgen la cura milagrosamente.
El 8 de mayo, de 1884 su primera Comunión constituye una "fusión" con Jesús, al cual le pide "que le quite su libertad".
La noche de Navidad de 1886, durante la Comunión en la Misa de Medianoche, Jesús realiza "en un instante" la "conversión total" que en diez años de esfuerzo no había podido conseguir.
El 29 de mayo de 1887, fiesta de Pentecostés, su padre le da permiso para entrar en el Carmelo a sus quince años. Ya se sabe de memoria la Imitación de Cristo.
El 4 de noviembre de aquel año, en compañía de su padre y de Celina, parte para Roma y el día 20 se postra ante el papa León XIII suplicándole su permiso para entrar en el Carmelo.
El 9 de abril de 1888 ingresa en el Carmelo. No le faltan espinillas pero también muchas alegrías.
El 8 de septiembre, Natividad de María de 1890, llena de gozo, emite sus votos religiosos.
En enero de 1895 por orden de Madre Pñora, Inés de Jesús, Teresa comienza a escribir la Historia de un alma.
Desde junio de 1895 hasta su muerte fueron 27 meses de un terrrible martirio. Llegará a decir al final de sus días Teresa "que nunca pensó que fuera capaz de sufrir tanto como sufrió". También tuvo durante este tiempo profundos y abundantes gozos espirituales.
A las "noches de las nadas" y a los dolores que le ocasionaban "los hermanos pecadores" se unía "el océano de gracias" y "los tiempos pascuales".
La enfermedad continuaba minando su cuerpo.
Del 6 de abril de 1897 al 30 de septiembre Madre Inés fue recogiendo su "Novissima Verba", sus últimas conversaciones, que son todo un tesoro.
El 30 de septiembre, poco antes de morir "sin el menor consuelo", exclamó: "No me arrepiento de haberme abandonado al Amor; muy al contrario".
A las siete de la tarde miró al Crucifijo: "¡Dios mío, os amo!', y después de un éxtasis que duró el espacio de un credo, expiró.
El 17 de mayo de 1925 el papa Pío Xl la canonizó.
Su fiesta es el uno de octubre.
En 1898 se publican sus escritos en Historia de un alma.
Hasta 1956 no hemos tenido una edicción auténtica de las obras de Teresa de Liseieux.
El P. Francisco de Santa Maria fue el editor de los Manuscritos autobiográficos en el citado año, subsanando definitivamente el interpolado texto de Historia de un alma. Estos Manuscritos comprenden:
Historia juvenil de una fiorecita blanca, dirigida a la Madre Inés, escrita desde enero de 1895 a enero de 1896. Este manuscrito rebosa del amor que informa toda la vida de Teresa: "Este amor misericordioso me renueva, me purifica y no me deja huella de pecado".
Carta a su hermana Sor María del Sagrado Corazón. Escrita entre el 13 y el 16 de septiembre de 1896. Habla del Caminito. Teresa enseña que el Cuerpo Místico de Cristo tiene un corazón rebosante de amor y que éste lo es todo: "En el corazón de la Iglesia yo seré el amor".
Continuación de su historia juvenil... Dedicado a Madre Gonzaga. Escrito del 3 de junio al 13 de julio de 1897. Trata de su aspiración ideal a la santidad, que se cifra en permanecer pequeñita y alegrarse de esta pequeñez, que permite a Dios cumplir en ella la obra de su misericordia santificante y se afianza en la caridad fraterna que abraza a todo el mundo.
Cartas. En 1948 Andrés Combes publicó 238;
Poesías. Novíssima Verba. Consejos y Recuerdos...
Toda la vida de Santa Teresa del Niño Jesús fue, según su propia expresión, "un cántico al amor" y efectivamente el amor ocupó en su vida un lugar enteramente central. Decía que quería amar a Jesús "Como jamás había sido amado", que no conocía otro camino para llegar a la perfección que el amor. Que en la vida espiritual sólo pesa y cuenta el amor.
Encantadora es toda su doctrinma de la infancia espiritual. Ella descubrió al mundo los tesoros de paz, generosidad, sencillez y amor escondidos en el Santo Evangelio.
El "caminito de infancia espiritual" es el secreto de una santidad cada vez más perfecta y marivillosamente adaptada a la vocación y a las necesidades espirituales de todas las almas. Caminito de infancia, de pobreza espiritual, de confianza sin limites y de entrega al amor misericordioso. Esbribió: "Quisiera tener un ascensor para subir hasta Jesús, porque soy muy pequena para subir sola. - -El ascensor que ha de elevarme hasta el cielo son tus brazos, Jesús mío".
Es el fruto de la infancia espiritual. Junto con el amor, la esperanza y la humildad el alma se entrega a Dios sin reserva y para siempre, porque tiene fe en su omnipotencia, en su sabiduría y en su bondad. Es un acto de confianza en Dios, es sobre todo el término y la consecuencia del amor. Escribió la Santa.
"Desde hace tiempo no me pertenezco, me entregué del todo a Jesús... Es muy libre de hacer de mi lo que le plazca".
La dimensión apostólica de Santa Teresa va compendiada en estas frases suyas: "Quisiera, oh amado, bien mío, recorrer la tierra, predicar vuestro nombre y clavar en tierras infieles vuestra cruz gloriosa. Quisiera anunciar el evangello a un tiempo en todas las regiones del mundo y hasta en las islas más lejanas.
Yo quisiera ser misionera, no sólo durante algunos años, sino haberlo sido desde la creación del mundo y continuar siéndolo hasta la consumación de los siglos.
Nuestra vocación es formar obreros evangélicos, de quienes seremos Madres".
De hecho la vemos a ella sacrificándose por los misioneros incluso durante su última enfermedad.
El primero de agosto había declarado con tono inspirado: "Ah, lo sé, todo el mundo me amará".
No se equivocó. En veinticinco años se contaron más de cuatro mil prodigios atribuidos a su intercesión.
San Pío X, antes de incoar el proceso de su beatificación, ya había dicho: "Es la Santa más grande de los tiempos modernos".
Han sido innumerables las conversiones que se ha hecho por su medio, especialmente por la lectura de Historia de un alma.
Su estela y su recuerdo llena aún hoy las iglesias, las familias cristianas e inumerables almas que la invocan con fraternal devoción.
-. que nos enamoremos del Amor con todas nuestras fuerzas.
-. que siempre y en todo procuremos cumplir la voluntad de Dios.
-. que el celo por las almas devore nuestro corazón.
¿Qué nos enseña Santa Teresita?
Nos enseña un camino para llegar a Dios: la sencillez de alma. Hacer por amor a Dios nuestras labores de todos los días. Tener detalles de amor con los que nos rodean. Esta es la “grandeza” de Santa Teresita. Decía: “Quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra.”El secreto es reconocer nuestra pequeñez ante Dios, nuestro Padre. Tener una actitud de niño al amar a Dios, es decir, amarlo con simplicidad, con confianza absoltua, con humildad sirvendo a los demás. Esto es a lo que ella llama su “caminito”. Es el camino de la infancia espiritual, un camino de confianza y entrega absoluta a Dios.
Nos enseña a servir a los demás con amor y perfección viendo en ellos a Jesús. Toda su vida fue de servicio a los demás. Ser mejores cada día con los demás en los detalles de todos los días.
Nos enseña a tener paciencia ante las dificultades de la vida. Su enfermedad requi-rió de mucha paciencia y aceptación. Sólo estando cerca de Dios el sufrimiento se hace dulce.
Nos enseña a tener sentido del humor ante lo inevitable. Dicen que durante la meditación en el convento, una de las hermanas agitaba su rosario y esto irritaba a Santa Teresita. Decidió entonces en lugar de tratar de no oir nada, escuchar este ruido como si fuera una música preciosa. En nuestras vidas hay situaciones o acciones de los demás que nos molestan y que no podemos evitar. Debemos aprender a reirnos de éstas, a disfrutarlas por que nos dan la oportunidad de ofrecer algo a Dios.
Nos enseña que podemos vivir nuestro cielo en la tierra haciendo el bien a los que nos rodean. Actuar con bondad siempre, buscando lo mejor para los demás. Esta es una manera de alcanzar el cielo.
Nos enseña a ser sencillos como niños para llegar a Dios. Orar con confianza, con simplicidad. Sentirnos pequeños ante Dios nuestro Padre.
OraciónVirgen María y Santa Teresita, ayúdenme a tener más amor a Dios para servir mejor a los que me rodean.
Su misión en el cielo
La Humildad de Santa Teresita
Todos los Pontífices del siglo XX han tenido palabras elogiosas para Santa Teresa del Niño Jesús, pero quizá nadie haya tenido las oportunidades de Pío XI. Él la calificó como “estrella de su Pontificado” y como “huracán de gloria”. Él fue quien la elevó a los altares y la proclamó Patrona de todas las misiones. Gustaba llamarla “verdadera flor de amor, venida del cielo a la tierra, para maravillar al cielo y a la tierra”. Al hacerlo, matiza y da razones: El Evangelio nos dice, y Teresa nos lo recuerda reiteradamente, que “hay una cosa que ante Dios es más preciosa que las dotes de prudencia y organización, tan eficaces en nuestro apostolado cristiano; hay algo más precioso, que es la humildad, la dulce y sincera humildad de corazón”, que normalmente se manifiesta en la entera fidelidad a los deberes de estado, sean los que sean; “florecer allí donde Dios nos ha plantado y donde quiere que trabajemos, aceptando los sacrificios, hasta el total abandono, confiando sólo en su protección”. Tal es la lección que Teresita ofrece hoy al mundo moderno; por eso, Pío XI llega a llamarla “Palabra de Dios” (Verbum Dei) para el mundo. No podía ser más explícito al valorar la persona, vida, doctrina e influencia de esta humilde Sierva de Dios.Setenta años después de estas afirmaciones de Pío XI, se puede constatar la gloria de esta humilde pero apasionada amante de Jesús. Nunca, en toda la historia humana, ha habido una persona, viva o muerta, que en nueve años haya recorrido sin parar todo el mundo, con todos los honores, como lo está haciendo Teresa de Lisieux. Sus Reliquias guardadas en una preciosa urna, ya han viajado desde Alaska hasta Tierra de Fuego, desde Brasil a Siberia, a través de Rusia, sin olvidarnos de Italia, México Líbano, Iraq... En Argentina fue recibida por el Presidente de la República y en Nueva York por el séquito presidencial, en el aeropuerto Kennedy. Un auténtico huracán de gloria. En otoño del 2003 vendrá a España, donde permanecerá cuatro meses. Su obra escrita “Historia de un alma”, junto con la Biblia, es el libro más traducido y leido en el mundo entero.Pero lo más importante, el gran milagro de Teresa, es la realización en ella de la Palabra de Dios. Juan Pablo II, al final del decreto en el que la declara Doctora de la Iglesia, comenta Mt11, 29, diciendo: “Yo te bendigo Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y se las has revelado a los sencillos y humildes. Sí, la enseñanza de Teresa debe llegar a los sabios y prudentes, a los que con sincero corazón quieren descubrir el Amor tierno del Padre, sean del credo y condición que sean. Un mensaje esperanzador para todos: que todos somos hijos del mismo Padre”.Somos testigos de los actos celebrados con motivo del Centenario de su muerte y de la Proclamación de su Doctorado (1997). Hemos de reconocer que Teresa es una filigrana del Espíritu Santo. Nos atreveríamos a decir que ha hecho asequibles y sencillos a los grandes místicos españoles, Teresa de Ávila y Juan de la Cruz. Todo su intento es esclarecer y vivir la “pequeña vía”, o “caminito de infancia espiritual”, que es todo lo que ella vive y explica. Todo lo ve desde este prisma: la Eucaristía, la vida, la ofrenda, el sufrimiento, la noche de la fe... Lo que más impresiona es que ya desde los quince años no se refería nunca a sí misma, se olvidada en todo de su persona, sin hacer prevalecer ninguna de sus prerrogativas. Nunca se hacía resaltar. Ella misma dice en carta al abate Bellière: “Mi tarea es no ocuparme de mí misma” y un poco más tarde se explicaba: “Tengo como tarea no buscarme en nada”. Precisamente porque fue humilde (no “actuó” con humildad, sino que “fue” humilde), Dios ha hecho maravillas en ella y, a través de ella, en favor de todos los pueblos.
Autor: P. Eduardo Sanz, ocd
Frases de Santa Teresita
"Para mí, la Oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a JESÚS."
"No poseo el valor para buscar plegarias hermosas en los libros; al no saber cuales escoger, reacciono como los niños; le digo sencillamente al buen Dios lo que necesito, y Él siempre me comprende.""Lo que me impulsa a ir al Cielo es el pensamiento de poder encender en amor de Dios una multitud de almas que le alabarán eternamente."
"Mi caminito es el camino de una infancia espiritual, el camino de la confianza y de la entrega absoluta."
"Quisiera yo también encontrar un ascensor para elevarme hasta Jesús, porque soy demasiado pequeña para subir la dura escalera de la perfección".
"En el lavadero mi compañera de trabajo sacudía la ropa con tal fuerza que me salpicaba de jabón la cara. Esto me hacía sufrir, pero jamás le dije nada al respecto, y así ofrecía este pequeño sacrificio por los pecadores."
"Yo nunca aconsejo nada a nadie sin haberme encomendado a la Virgen Santísima. Ella es la que hace que las palabras que digo tengan eficacia en los que las escuchan".
"La vida es un instante entre dos eternidades."
"¡Qué grande es el poder de la oración!. Se diría que es una reina que en todo momento tiene acceso directo al rey y puede conseguir todo lo que le pide."
"La Santísima Virgen me demuestra que nunca deja de protgerme. Enseguida que la invoco, tanto si me sobreviene una inquietud cualquiera, un apuro, inmediatamente recurro a ella, y siempre se hace cargo de mis intereses como la más tierna de las Madres."
"Se sabe muy bien que la Santísima Virgen es la Reina del Cielo y de la Tierra, pero es más Madre que Reina."
"¡ Oh María ¡. Si yo fuese la Reina del Cielo y Vos fuésis Teresa, yo querría ser Teresa a fin de que Vos fuéseis la Reina del Cielo."
"Después de mi muerte, haré caer una lluvia de rosas."
"Voy a pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra."
"Yo no muero, entro en la vida."
Virgen del Carmen
Nuestra Señora de Monte Carmelo, referida comúnmente como Virgen del Carmen, es una de las diversas advocaciones de la Virgen María. Su denominación procede del llamado Monte Carmelo, en Israel, un nombre que deriva de la palabra Karmel o Al-Karem y que se podría traducir como 'jardín'. Existen hoy en activo órdenes carmelitas repartidas por todo el mundo, masculinas y femeninas, las cuales giran en torno a esta figura mariana.
Es patrona del Ejército de los Andes, que liderado por el general Jose de San Martin; gestó la independencia de Argentina, Chile y Perú. Tambien es considerada Reina y Patrona de Chile, de sus Fuerzas Armadas y de Carabineros de Chile; en España es patrona del mar y de la Armada Española, en Colombia es considerada patrona de los transportadores y en el Perú es “Patrona del Criollismo”. En Bolivia es la patrona de la Nación y de sus Fuerzas Armadas.
Esta advocación da nombre a todas aquellas personas que se llaman Carmen, Carmela o Carmelo, celebrando su onomástica el día de la fiesta de esta Virgen, el 16 de julio.
Según la tradición, durante la celebración de Pentecostés, algunos fieles que investigaban la vida de los profetas Elías y Eliseo en el Monte Carmelo, actual Israel, fueron convertidos al catolicismo tras la aparición de una nube en la que iba una imagen de María. En ese monte, fundaron un templo en honor a la Virgen y la congregación de los Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, la que pasó a Europa en el siglo XIII luego de su persecución en Tierra Santa.
El 16 de julio de 1251, la imagen de la Virgen del Carmen se habría aparecido a San Simón Stock, superior general de la Orden, al que le entregó sus hábitos y el escapulario, principal signo del culto mariano carmelita. Según es tradición la Virgen prometió liberar del Purgatorio a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida, el sábado siguiente a la muerte de la persona y llevarlos al cielo, creencia que ha sido respaldada por los Pontífices. La iconografía principal de la Virgen la muestra portando dicho escapulario.
La devoción mariana hacia la Virgen del Carmen se extendió a muchos países de Europa y América, destacando entre ellos España, Guatemala, Panamá, Perú, Colombia, Chile y Argentina.
ESCAPULARIO DEL CARMEN
ORIGEN DE LOS ESCAPULARIOS:
En la Edad Media era común que los príncipes y señores feudales vistieran a sus familiares y siervos con una especia de uniforme- librea-, que tenía sus colores y su emblema. Los señores se enorgullecían de tener muchas gentes vistiendo su librea y los siervos se enorgullecían de vestir la librea de un importante señor.
Los miembros de las Ordenes Religiosas iniciaron la costumbre de llevar sobre su túnica un escapulario. Este era una prenda de ropa sin mangas, abierto por los lados, que se introducía por la cabeza, descansando sobre los hombros y cayendo una parte suelta por delante y otra por atrás.
Empezaron usándolo para proteger su vestido mientras realizaban sus trabajos. Es de allí que le viene el doble nombre de "escudo protector" y " misión de servicio".
Después fue siendo una parte importante y distintiva del "hábito", de varias órdenes religiosas, con diferentes diseños y colores para distinguir unas de otras. Es por lo tanto el Escapulario un distintivo religioso, signo de la personal entrega y consagración al Señor nuestro Dios, vivida en una determinada espiritualidad.
LA PROMESA:
La tradición nos dice que el 16 de julio de 1251 el superior de la orden religiosa de los Carmelitas se encontraba en su celda orando, cuando se le apareció la Santísima Virgen y entregándole el Escapulario café de la orden, le dijo: " El que muera vestido con este escapulario, no sufrirá el fuego eterno".
Las gracias y los frutos de ese privilegio se difundieron rápidamente extendiéndose su uso a todos los fieles en general al instituirse la Cofradía del Escapulario.
PEQUEÑO ESCAPULARIO DEL CARMEN:
El Escapulario se redujo por este motivo a dos pedacitos de lana color café, unidos por dos cintas, que hay que llevar alrededor del cuello día y noche y que es, para quienes lo visten señal de su consagración a Jesús por medio de María, reconociéndola como Señora, Madre y Reina.
EL PRIVILEGIO SABATINO:
Es una indulgencia concedida por la Iglesia para obtener pronta liberación del Purgatorio, gracias a la intercesión de Nuestra Señora principalmente los sábados. La Virgen apareció al Papa Juan XXII, en el año 1314, e hizo una segunda promesa a los que llevaren el Escapulario del Carmen, diciéndole:
"Los que, además de vestir el Escapulario, guarden castidad según su estado, ( en la viudez; en el matrimonio, fidelidad y en el celibato, castidad virginal) recen diariamente una devoción en mi honor, (el Santo Rosario, Liturgia de las horas o el Oficio Parvo), o guarden abstinencia los miércoles y sábados, yo les prometo liberar del Purgatorio cada sábado, a los que ahí hallare." Actualmente para México el requisito mínimo es el rezo de 5 Avemarías diarias, una en honor de cada letra del nombre Santísimo de María.
REQUISITOS:
El Escapulario de lana café, debe ser debidamente impuesto por un Sacerdote. Después si se gasta, rompe o pierde, uno mismo puede ponerse otro, sin necesidad de una nueva imposición o bendición, ya que lo importante es la consagración de la persona hecha la primera vez que se recibe.
* La tela, de lana café, puede ser lisa o bien tener algún dibujo o símbolo de la Santísima Virgen o de la Orden del Carmen, siempre que predomine el color café. Puede ser cuadrado o ligeramente rectangular. Las cintas pueden ser de cualquier color o material. Puede protegerse con plástico o de cualquier manera. Pero debe traerse colgado del cuello con una parte sobre el pecho y otra sobre la espalda. No debe traerse en la bolsa o prendido.
* Morir con el Escapulario puesto.
* En 1910 San Pío X concedió que todos los escapularios podían ser sustituidos por una "Medalla Escapulario", que debe tener grabada la imagen del Sagrado Corazón de Jesús por uno de sus lados y la de la Santísima Virgen en el otro, en cualquiera de sus advocaciones.
SENTIDO DEL ESCAPULARIO
El Escapulario es un signo de la confianza que tenemos en la mediación maternal de la Santísima Virgen. El Escapulario por ser hábito de María, es señal y prenda de la protección de la Madre de Dios. Esto no significa que quienes lo usen con hipocresía, negligencia y sin el debido respeto y fervor, hayan de alcanzar la vida eterna.
Cuando se nos impone el Escapulario café del Carmen, nos agregamos a "Los Hermanos de la Orden de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo" y siendo así tenemos el deber de vivir la espiritualidad de María y extender su culto. Principalmente debemos esforzarnos por: Conocerla, amarla, imitarla e irradiarla.
Usar el Escapulario, es un compromiso de entrega y consagración a Nuestra Señora y confianza en su protección. Morir con él, significa el cumplir y vivir ese compromiso.
OTROS BENEFICIOS:
Los favores concedidos por la Madre de Dios y Madre de toda la Iglesia, han sido reconocidos por la Iglesia.
El escapulario es un sacramental. "Es un signo sagrado, según el modelo de los sacramentos por medio del cual se obtienen efectos sobre todo espirituales, por la intercesión de la Iglesia.
INDULGENCIAS
Indulgencia plenaria. Se puede ganar (cumpliendo con las condiciones acostumbradas de Confesión, Comunión y Oración por las intenciones del Papa): el día que les es impuesto y en las principales fiestas del Carmen.
Indulgencia parcial. Se gana cada vez que se haga un acto de devoción relativo al Escapulario. Ejemplo: el besarlo.
El Orgullo De Las Riquezas
Podemos concluir que según el mensaje del Nuevo Testamento es imposible cualquier reconciliación entre la idolatría al dinero y el espíritu del Padre Dios. El espíritu de Dios es gracia, gratuidad, mansedumbre; el espíritu del dinero es dominación, orgullo, agresividad. El espíritu de Dios es amor y no apego: compartir; el espíritu del dinero es egoísmo y avaricia: competir.
El dinero es lo primero que convierte al hombre en lobo para el hombre; el espíritu de Dios es simple y abierto; es limpio como una copa de cristal. La idolatría al dinero es torcida, disimulada, tiene dos caras, actúa en la obscuridad; Dios actúa a la luz. El espíritu del dinero consiste en utilizar su propio poder para intentar crearse su propio paraíso, y por ello utiliza a los débiles para que le sirvan de pedestal para alcanzar la gloria...
Cada hombre o mujer que vive el espíritu de las bienaventuranzas ha vencido ya el poder idolátrico de la plata. Jesús ha vencido al poder del dinero. Dios ya no se relaciona más con el dinero, porque es obra muerta!.
Cuando alguien ya no nos quiere…
En la vida te encontrarás con golpes fuertes que no se pueden evitar. Son cosas que nos dejan sin aliento, con un sabor de sal y lágrimas. En la vida sucede que no estamos solos y ante ello formamos cadenas de unión, no siempre con las personas acertadas, por el contrario, la equivocación nos lleva más de una vez a escribir en un cuaderno una frase del alma. Es un pedido del corazón de sentirse amado(a) por alguien. Más ese alguien, muchas veces se fue. Ya no está más.
Es cuando sentimos el dolor de ya no ser en su vida, cuando un abismo nos abraza fríamente en la soledad de una habitación.
Pero la vida continúa, todo a nuestro alrededor sigue su marcha tal como siempre y sin embargo, se nos hace un nudo en la garganta, una opresión que no nos abandona en ningún momento. Todo parece detenerse en el tiempo. Experimentamos la triste conversación con nosotros mismos.
¡Que difícil, Dios mío! decimos, ¿qué hacer para recuperar su atención, su amor? Y se nos ocurren tantas cosas… pero, ¿vale la pena realmente? Solo si contestamos a unas simples preguntas, objetivamente, sin compasión, ni miramientos de ninguna clase, entonces podemos estar cerca de sacar la mejor conclusión, aunque nos duela, pero al razonar, meditar y reflexionar, podremos decirle adiós desde el interior con menos sufrimiento y mayor fortaleza espiritual.
Piensa: tú eres una criatura del universo que vive, ama y siente como otras criaturas igual a ti. Tienes posibilidades de triunfar, tantas, como de fracasar, ¿verdad? si por un instante dejaras de ver y prestarle atención a la posibilidad de fracasar, entonces comenzarías vislumbrar el triunfo.
Los seres humanos son seres sociales, todos tienen un punto que los enraíza y los fija en una posición dentro del esquema social y universal. El mundo por todos observados es similar en todos los casos. Vemos y percibimos el mundo tal como lo hace otro ser humano, sea que resida en la China como en América, en Europa como en Asia. Todos perciben el mundo a través de los sentidos que han sido educados para percibir de una forma y no de otra. Aquella persona que modifica su visión y percepción del mundo, comienza a ver otras realidades que no están sujetas al mundo por todos conocido, son realidades espirituales, energéticas y dimensionales que interactúan en nuestro cotidiano mundo.
El amor es uno solo pero las formas de amar son muchas. No te niegues la posibilidad de conocerlas a todas. No te quedes con una única fórmula que hasta ayer pareció infalible. Sabes, cuando uno ha dejado de ser el centro de atención del otro sobreviene un desgarro interior producto de un enlace efectivo entre dos personas, filamentos muy sensibles quedan flotando en el espacio, arrastramos con nosotros esos filamentos…. como ropas desgarradas y la gente lo nota. Sabe de nuestra tristeza. Todo pasa en la vida, como pasan las nubes en el cielo.
Todo pasa como pasa una hora, de un momento a otro. En casos así debes purificar tu espíritu, con música, respirando profundamente, y si tienes deseos de llorar, hazlo. Llora todo lo que sientas y luego, mírate al espejo. Pregúntate por la persona que ves allí. ¿Esa es la imagen de tu persona?
Algo en tu interior te dirá que no. Pero mírate bien, no esquives la mirada y no intentes tampoco agredirte. Tan solo piensa, ¿eso eres tú?…. en el vacío de tu alma, un eco te dará la respuesta.
Todo avance en la vida lleva consigo una marca de sufrimiento. Lo único y necesario es que no hagas de esa marca la publicidad de tu vida, es tan solo un recuerdo del alma, un accionador interior que te impulsa a dejar el pasado atrás, mirar hacia el futuro, reconocer lo bueno que tienes en la vida por vivir, aspirar profundamente, señalar hacia adelante y acelerar un poquito más tu corazón. Tus pasos se encaminarán hacia un nuevo despertar.
Sé fuerte, sé feliz. Sonríe, por favor, no dejes que las manchas oscuras del ya no ser acaparen tu luz y trata de encontrar en lo pequeño, la magnífica posibilidad de ampliar tu percepción.
No te dejes vencer, que a pesar de tanta tristeza, el mundo tiene motivos hermosos para ser feliz.
El camino misterioso
El Oficial Larkin pensó inmediato, esto es una buena multa, encendió su sirena y sus luces y comenzó la persecución del día. El conductor del camión aceleró con mayor fuerza y el Policía Larkin aumentó a su vez la velocidad de la motocicleta.
Tras varios minutos de persecución Mike se comunicó por radio con la Estación Central pidiendo ayuda, pero el silencio fue su respuesta, luego de llamar varias veces, escucho una voz desde la central que le dijo:
¡! Cállate!!. Nuevamente comenzó a llamar, nadie respondió y un poco más tarde nuevamente la voz le dijo…Que te calles!!.
Sin entenderlo, siguió su persecución y ahora la voz en la radio desde la Central decía … Atención!! Si hay un oficial de policía cerca de Calle Park 1254, en esa casa hay una emergencia, un niño esta sin poder respirar, favor ir de inmediato allí.Para sorpresa de Mike, justo estaba ahora frente a la casa 1254.
Se detuvo y en ese momento el padre del niño con rostro de angustia salía apresuradamente con el niño en sus brazos, sus labios morados… El Oficial Mike, tomó el niño y le dio respiración artificial…el niño volvió en si y pudo recuperar su respiración, dos minutos más tarde llegaron los paramédicos, hicieron aun lado a Mike, tomaron el niño y con su padre lo llevaron en la ambulancia y allí quedo el oficial Mike, solo….
Pensativo, se dijo a si mismo. ¡! No es justo….llego, auxilio este niño, nadie dijo gracias y los paramédicos ni me determinaron y el Camión que yo perseguía se fue!!.
Mientras un sentimiento de injusticia lo abrazaba… Escuchó a Dios hablar a su corazón diciéndole: “Por qué te preocupas? Tú estabas en el lugar correcto y a la hora correcta, para ayudar a la persona correcta. No te olvides que yo opero por caminos misteriosos.Yo usé ese camión para que llegaras a este punto correcto, yo impedí que te comunicaras con la Central, para que llegarás en el tiempo correcto. Hiciste lo que yo quería que hicieras y eso te debe hacer feliz”.
Mike, encendió su moto y con una sonrisa en sus labios reanudó su patrullaje lleno de satisfacción. Años más tarde ese Oficial de Policía llegó a ser el Director Mundial de Misiones Internacionales de la Iglesia Cuadrangular.
No te olvides que aún hoy, Dios puede llevarte por caminos misteriosos, que no logras entender ni comprender para que estés en el sitio correcto y a la hora correcta para tender tu mano a la persona correcta.
Ahora pues, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que me hagas conocer tus caminos para que yo te conozca y halle gracia ante tus ojos. Considera también que esta nación es tu pueblo.Exo 33:13
Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu *corazón y con toda tu *alma. Deum 10:12SEÑOR, muéstrame tus caminos,y enséñame tus sendas.Sal 25:4
No hagas oído de las críticas
Donde quiera hemos oído críticas. En la misma Biblia se nos habla de personas que fueron criticadas. Recordemos como en el Pentecostés la gente se burlaba diciendo que los discípulos estaban borrachos. Muchas veces vemos a alguien que viene cojeando por estar enfermo y decimos que viene borracho. Mientras más consagrados estamos al Señor, menos haremos caso a este mundo.
Había un niño adoptado por un maestro de música que daba por primera vez un concierto. Todo el auditorio esperaba y escuchaba con atención al niño. Notaron que aunque era el más pequeño había quedado mejor que nadie. Al fin se dieron cuenta, que el niño no cesaba de mirar hacia cierto lugar. La ansiedad fue tan grande que el auditorio no pudo menos que volver la cabeza para ver el objeto de la atención infantil.
Entonces vieron que atrás, estaba su padre adoptivo dirigiéndole y marcándole el compás, siendo esa la razón por la cual el niño no se equivocaba. Así sucede con nosotros; por eso debemos poner nuestros ojos sólo en Cristo y no fijarnos demasiado en los demás. Sólo así resultaremos triunfantes.
La Lealtad desde lo más pequeño
Ser leal, es ser congruente entre lo que se tiene como valor humano y lo que se hace en la vida diaria. Ser leal es mantener en absoluta consonancia lo que se dice, se ofrece, se promete, y lo que se hace en la práctica. Ser leal es no solamente la antítesis de la traición sino de la falla de conducta por debilidad de carácter.
Quien es leal respeta sus compromisos para con su gente y consigo mismo. Si digo amar, la lealtad me obliga con el ser amado a mantener ese amor en hechos cotidianos ("obras son amores, no buenas razones"), pero me obliga también ante mí, para ser leal conmigo mismo.
La lealtad es el cumplimiento de la "simple" palabra dada, ya no digamos la comprometida por escrito en promesas y convenios de cualquier tipo. Un ser leal, sella compromisos con un abrazo o apretón de manos, que valen más que cualquier documento, porque sobre todo es leal a su palabra.
Incumplir compromisos adquiridos voluntariamente solo se justifica por la impotencia de hacerlo: nadie está obligado a lo imposible, es principio de derecho.
Como en toda escala de valores, la lealtad es primero con los principios morales y legales y luego con las personas. Hay quienes confunden la lealtad con la sumisión y la connivencia, y así, por "fidelidad" o "lealtad" a un jefe o un amigo, actúan en contra de la ley o la moral. Esto no debe ser; quien pide lealtad a costa de principios no la merece, pues contradice la propia escala de valores.
Quien es leal, cumple sus compromisos con todos en la vida real; no es asunto de discurso "bonito" o de frases petulantes. En los hechos vitales, o se es leal o no se es, no hay términos medios. Moralmente hablando no existe la neutralidad, todo acto volitivo sobre los deberes adquiridos (como el amor) o asumidos (como la ciudadanía) o está bien o está mal hecho.
La deslealtad, cuando alguien en quien confiamos nos hace trampa, nos engaña, nos traiciona, saca provecho de nosotros, entonces la frustración, el enojo que puede llegar a la rabia que esa deslealtad nos causa es la mayor desilusión humana: "confié en ti y me fallaste".
Cuando damos lealtad y la esperamos en reciprocidad, basamos todo en la confianza, que como dice un viejo principio, tan difícil es de ganar, tan fácil de perder y tanto más difícil de recuperar. No ganemos la desconfianza de nuestro próximo, de nuestra familia, de nuestros amigos, de nuestros compañeros, de nuestros asociados en la empresa o labor que sea, seamos leales.
Hay que ser leales (cumplidos) en todo, para conservar la confianza y el respeto (y hasta admiración, si se quiere) de los demás. Debemos llevar la lealtad a los detalles pequeños, ya que quien es leal en lo poco lo será en lo mucho; si nos permitimos pequeñas debilidades de fallarle a los amigos, poco a poco nos iremos "justificando", con la excusa que sea, fallas e infidelidades más grandes, con las mayores traiciones a la vuelta de la esquina.
Lealtad en los compromisos, es la base para no caer en la debilidad de pasar de la pequeña traición a la grande. Si me permito pequeñas fallas de lealtad y soy consciente de ello, y de cómo voy traicionando la confianza ajena de menos a más, termino por devaluarme y desconfiar de mí mismo.
Angeles de Dios en la Tierra
Dios estaba en el cielo mirando como actuaban los hombres en la tierra. Entre ellos, la desolación reinaba.
¡Mas de 5 mil millones de seres humanos son pocos para alcanzar la magnificencia divina del amor! suspiró el Señor. El Padre vio a tantos hermanos en guerra, esposos y esposas que no contemplaban sus carencias, ricos y pobres apartados, sanos y enfermos distantes, libres y esclavos separados.
Un buen día reunió un ejército de ángeles y les dijo: ¿Veis a los seres humanos? ¡Necesitan ayuda! Tendrán que bajar a la Tierra.
¿Nosotros -, dijeron los ángeles ilusionados, asustados y emocionados, pero llenos de fe.
Sí, vosotros sois los indicados. Nadie más podría cumplir esta tarea. ¡Escuchad! Cuando creé al hombre, lo hice a imagen y semejanza mía, pero con talentos especiales para cada uno. Permití diferencias entre ellos para que juntos formasen el reino. Así lo planeé. Unos alcanzarían riquezas para compartir con los pobres. Otros gozarían de buena salud para cuidar a los enfermos. Unos serían sabios y otros muy simples para procurar entre ellos sentimientos de amor, admiración y respeto. Los buenos tendrían que rezar por los que actuaran como si fueran malos. El paciente toleraría al neurótico. En fin, mis planes deben cumplirse para que el hombre goce, desde la Tierra, la felicidad eterna. Y para hacerlo ¡vosotros bajareis con ellos!
¿De qué se trata? - los ángeles preguntaron inquietos. Entonces el Señor explicó su deber.
Como los hombres se han olvidado de que los hice distintos para que se complementasen unos a otros y así formaran el cuerpo de mi hijo amado, como parece que no se dan cuenta de que los quiero diferentes para lograr la perfección, bajarán ustedes con francas distinciones.
Y dio a cada uno su tarea:
Tú tendrás memoria y concentración de excelencia: serás ciego. Tú serás elocuente con tu cuerpo y muy creativo para expresarte: serás sordomudo. Tú tendrás pensamientos profundos, escribirás libros: serás poeta; tendrás parálisis cerebral. A ti te daré el don del amor y serás su persona, habrá muchos otros como tú en toda la Tierra y no habrá distinción de raza porque tendrás la cara, los ojos, las manos y el cuerpo como si fueran hermanos de sangre: tendrás síndorme de down. Tú serás muy bajo de estatura y simpatía y tu sentido del humor llegará hasta el cielo: serás gente pequeña. Tú disfrutarás la creación tal como lo planeé para los hombres. Tendrás discapacidad intelectual y mientras otros se preocupan por los avances científicos y tecnológicos, tú disfrutarás mirando una hormiga, una flor. Serás feliz, muy feliz porque amarás a todos y no harás juicio de ninguno; tú vivirás en la Tierra, pero tu mente se mantendrá en el cielo; preferirás escuchar mi voz a la de los hombres. Tendrás autismo. Tú serás hábil como ninguno, te faltarán los brazos y harás todo con las piernas y la boca.
Al último ángel le dijo:
Serás genio, te quitaré las alas antes de llegar a la Tierra y bajarás la espalda ahuecada, los hombres repararán tu cuerpo, pero tendrás que ingeniártelas para triunfar. Tendrás mielomenningocelle, que significa miel que vino del cielo.
Los ángeles se sintieron felices con la distinción del Señor, pero les causaba enorme pena tener que apartarse del cielo para cumplir su misión.
¿Cuánto tiempo viviremos sin verte? ¿Cuánto tiempo lejos de ti?
No os preocupeis, estaré con vosotros todos los días. Además esto durará sólo entre 60 y 80 años terrenos.
Está bien, Padre. Será como dices. 80 años son un instante en el reloj eterno, aquí nos vemos “al ratito” dijeron los ángeles al unísono y bajaron a la Tierra emocionados.
Cada uno llegó al vientre de una madre. Ahí se formaron durante 6, 7, 8 o 9 meses. Al nacer, fueron recibidos con profundo dolor, causaron miedo y angustia. Algunos padres rehusaron la tarea; otros la asumieron enojados; otros se echaron culpas hasta disolver su matrimonio y otros más lloraron con amor y aceptaron el deber.
Sea cual fuera el caso, como los ángeles saben su misión y sus virtudes son la fe, la esperanza y la caridad, además de otras, todas gobernadas por el amor, ellos han sabido perdonar y con paciencia pasan la vida iluminando a todo aquel que los ha querido amar. Siguen bajando ángeles a la Tierra con espíritus superiores en cuerpos limitados y seguirán llegando mientras haya humanidad en el planeta, Dios quiere que estén entre nosotros para darnos la oportunidad de trabajar por ellos, para aprender de ellos. Y trabajar es servir, servir es vivir y vivir es amar, porque la vida se nos dio para eso. “El que no vive para servir, no sirve para vivir”.
Como los angelitos saben que su misión encomendada es la unión. La fe, la esperanza y la caridad, gobernadas por el amor…
..ellos han sabido perdonar, y con gran paciencia pasaran la vida iluminando a todo aquel….que los ha sabido amar.
Maestro, ¿quién pecó para que éste naciera ciego? ¿Él o sus padres? Ni él ni sus padres, nació así para que se vieran en él las obras de Dios. Y las obras de Dios también se hacen a través de los hombres. Estas obras son las de misericordia, especialmente con aquellos que más nos necesitan. ¿Ven por qué tantas diferencias?
La Lealtad en la Historia de nuestras vidas
Vocablo derivado de ley, al igual que legalidad, indica la cualidad interior de rectitud y franqueza, de fidelidad y constancia a la palabra dada, a las personas e instituciones y aun al propio honor personal.
En el plano propiamente humano, la lealtad inspira una coherente fidelidad a las personas y a las instituciones, en la medida en que éstas encarnan los valores auténticamente humanos y particularmente los valores evangélicos. La lealtad no es pasajera, sino que perenniza amistades e instituciones.
En cuanto cualidad ética, y no simple conformismo histórico-sociológico, la lealtad incluye capacidad de discernimiento, lucidez y coraje para rectificar la adhesión enraizándola en los valores humanos y sociales y no en organizaciones o personas que, eventualmente, las representan.
Lealtad significa fidelidad. (El ser humano abierto a lo trascendente, y que se conoce gradualmente a sí mismo, descubre que la fidelidad es como su destino ético y espiritual, y que sin ella su vida carece de orientación y de sentido verdadero). Lealtad significa también franqueza, nobleza, honradez, sinceridad y rectitud. Sólo se es leal si se es fiel. Es imposible pensar en lealtad (noble hábito del corazón) sin que vaya unida a la fidelidad (la infidelidad puede equivaler a un suicidio espiritual y ético). Pero no basta ser fiel para ser leal. Es necesario, además, ser franco y sincero con el sujeto de nuestra lealtad. Luego, sólo es leal quien, además de ser fiel, es franco y sincero. Servir con lealtad significa también servir con franqueza, sinceridad y honradez. Es servir con la verdad por delante. No se es leal si se engaña, si no se dice la verdad o se dicen sólo medias verdades. La lealtad no es mentirosa.
La lealtad es una devoción interna. Un compromiso en la relación. Un interés en el bienestar de otro. Es fidelidad por una causa: la visión de Dios. Lealtad es una expresión vital del amor de Dios.
¿A quien debemos ser leales? Debemos ser leales a Dios. (Una lealtad hacia Dios pone todas las otras relaciones en lista de espera, ubica a Dios en la primera prioridad. No es la familia, no es el/la esposo/a, no son los hijos, el trabajo, el negocio, es Dios a quien debo serle fiel). Debemos ser también leales a nosotros mismos (ser leal a sí mismo es el único modo de llegar a ser leal a los demás), a la Iglesia, a la Patria, y a los demás (padres, esposo/a, hijos…) en primer lugar, y en segundo lugar a todo aquello que nos traiga el bien, la tranquilidad, la justicia y la felicidad.
El vigor de la lealtad en la vida nacional, desde diferentes perspectivas, es fundamental. Es necesaria para la armonía de toda sociedad. La lealtad es un bien que debe cultivarse en todo ambiente, y concretamente en instituciones, empresas, vida política y el ámbito familiar. Se desarrolla en cada persona y debe ser apreciada en todo momento, ya que su inexistencia envenena todo clima laboral y familiar.
La persona leal no pierde su capacidad de disentir, de expresarse y hasta de oponerse cuando la otra parte actúa de una forma no conforme a nuestros principios y criterios, o traiciona los ideales en los cuáles se fundamentó la lealtad. Firmeza ante las convicciones y principios que uno pueda tener, acatarlos y nunca traicionar estos ideales.
La persona leal sobrevive a las dificultades, sean externas provocadas por presiones, amenazas o chantajes, resiste a la tentación de buscar lo cómodo y lo fácil y no se acobarda ante los ataques y calumnias.
La lealtad es muy diferente al servilismo en el que con frecuencia se cae cuando se quiere buscar o conseguir algo e, incluso, se llega a traicionar lo más sagrado de una persona: su conciencia, con tal de obtener el reconocimiento, el puesto a que se aspira o una posición de privilegio. El hombre leal es recto, digno e incorruptible.
La falta de convicciones e ideales hace que las personas se dejen guiar por los impulsos más inmediatos y estén siempre dispuestas a irse con quien mejor les parezca. La persona leal posee un alto sentido del compromiso y ello le permite ser constante en sus afectos y cumplidora de su palabra. El leal es sincero, valiente, transparente, firme, agradecido, constante, confiable, seguro. Ser leal, es ser congruente entre lo que se tiene como valor humano y lo que se hace en la vida diaria. Ser leal es mantener en absoluta consonancia lo que se dice, se ofrece, se promete o se jura, y lo que se hace en la práctica. Ser leal es no solamente la antítesis de la traición sino de la falla de conducta por debilidad de carácter. Hay que ser leales (cumplidos) en todo, para conservar la confianza y el respeto (y hasta admiración, si se quiere) de los demás. Debemos llevar la lealtad a los detalles pequeños, ya que quien es leal en lo poco lo será en lo mucho.
Amar la Vida
Un profesor fue invitado a dar una conferencia en una base militar, y en el aeropuerto lo recibió un soldado llamado Ralph.
Mientras se encaminaban a recoger el equipaje, Ralph se separó del visitante en tres ocasiones: primero para ayudar a una anciana con su maleta; luego para cargar a dos pequeños a fin de que pudieran ver a Santa Claus, y después para orientar a una persona. Cada vez regresaba con una sonrisa en el rostro.
"¿Dónde aprendió a comportarse así?", le preguntó el profesor. "En la guerra", - contestó Ralph. entonces le contó su experiencia en Vietnam. Allá su misión había sido limpiar campos minados. Durante ese tiempo había visto cómo varios amigos suyos, uno tras otro, encontraban una muerte prematura.
"Me acostumbré a vivir paso a paso" - explicó. "Nunca sabía si el siguiente iba a ser el último; por eso tenía que sacar el mayor provecho posible del momento que transcurría entre alzar un pie y volver a apoyarlo en el suelo. Me parecía que cada paso era toda una vida".
Ante Una Decepción Fuerte
Cuando sufres una fuerte decepción piensas que no podrás sobrellevarla;
no comes, no duermes, sientes que se destrozan tus nervios y crees que tu mundo se derrumbó.
De pronto, se te ocurre acudir a soluciones artificiales que, en vez de arreglar las cosas, empeoran tu estado nervioso.
Si quieres mejorar, lo primero que debes hacer es negarte a pensar en tu desgracia y comenzar a elaborar una lista de tus necesidades naturales y sobrenaturales, para empezar a entenderlas.
No te quedes mirando las ruinas.
Limpia tu campo para que comiences una nueva construcción, más firme y más hermosa.
Virtud es fortaleza
Ser bueno es: es ser firme en la justicia.
La Ingratitud
En una ocasión Jesús “yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. Entonces UNO de ellos, viendo que había sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro a tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado” (Lucas 17:11-19).
Aquí vemos un ejemplo de la ingratitud de los seres humanos en general. De diez personas que Jesús había milagrosamente sanado de la lepra, sólo uno (el 10%) había sido agradecido…y fue un samaritano, ¡un hombre que era mal visto por los Judíos! Este samaritano humilde se sintió agradecido por la bondad expresada por el Judío Cristo, quien, sin hacer excepción de personas, lo curó. Pero fue UNO de diez, el 10% de los hombres que él sanó de lepra. Por eso, que no nos extrañe que sólo un 10% de los hombres nos reconozcan lo que hemos hecho por ellos cuando nos necesitaron.
Muchas veces personas que son lo último de la tierra suelen ser las más agradecidas que aquellas que se creen algo o que son merecedoras de cualquier dádiva. Jesús nos enseñó a ser agradecidos, pero a la vez nos hizo ver cómo suelen responder las personas ante nuestros buenos actos de amor y desprendimiento. Realmente todos hemos experimentado esa indiferencia e ingratitud de las personas que hemos servido—¡y en alguna ocasión nosotros mismos hemos sido ingratos con otros y desagradecidos! Esta característica ingrata será más marcada en los tiempos finales. Pablo escribió: “También deben saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, INGRATOS, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores…” (2 Tim. 3:1-5)
Hacer el bien sin mirar a Quien y sin Esperar nada a Cambio
Jesús por eso aconseja que hagamos el bien SIN ESPERAR que nos lo agradezcan o que nos recompensen. El dijo: “Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced el bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los INGRATOS y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.” (Lucas 6:35).
Empecemos a ser agradecidos con Nuestro Padre celestial y con nuestros progenitores
Cuántas personas se olvidan de agradecer a Dios por la vida, la salud, la familia, la salvación, los alimentos, y cosas como éstas. Generalmente los cristianos oran poco para agradecer a Dios por lo que tienen o reciben. Pablo dice: “Dando SIEMPRE GRACIAS POR TODO al Dios y Padre, en el nombre del Señor Jesucristo” (Efesios 5:20). Aquí Pablo no dice que agradezcamos sólo las cosas básicas a Dios, sino todo lo que uno tiene o ha recibido, pues “toda dádiva buena y todo don perfecto desciende de lo alto, del Señor de las luces” (Santiago 1:17).
Y no olvidemos que tenemos padres que nos han criado y educado y a los cuales también les debemos estar agradecidos. Debemos, pues, comenzar también con nuestros padres, con los que nos dieron la vida y nos cuidaron con esmero. Esto alegra mucho el corazón de un padre, el saber que tiene un hijo grato.
Respetar y SER RESPETADOS
Tendemos a levantar ciertas fronteras alrededor nuestro y dejar ver a los otros lo que queremos que vean de nosotros, independientemente que sea verdad o que empecemos a construir esa verdad, desde el punto del que nos gustaría que fuera.
Sin embargo, hay personas que permitimos que traspasen esas fronteras y, al mismo tiempo, que nos visiten y que, de alguna manera se aproximen a conocernos tal cual como creemos que somos.
En este caso, cuando estamos con alguien a quien se lo hemos permitido, podríamos aceptar que nos dijera muchas cosas, sin que necesariamente eso nos hiera o menoscabe nuestra autoimagen.
Eso ocurre porque esa persona se encuentra dentro del margen interno de nuestra frontera . Comparte con nosotros la misma imagen, por lo tanto, cuando nos diga algo, en realidad, no nos va a sorprender y no existirá un choque de la autoimagen con otra posible, como una buena o una mala. Sólo existirá la imagen supuestamente "no buena", que, por otro lado, sabemos que existe, pero que la tenemos, de alguna forma, escondida.
Por otro lado, tenemos que el Respeto es un concepto que define la percepción de la actitud de alguien, asociada al miramiento que se adopta frente a otra persona o algo. Este concepto tiene relación con el juicio de valor que alguien pudiera tener (o no tener), sobre las personas, ideas, identidades, comportamientos u otros asuntos.
En algunas situaciones, el Respeto está asociado al miedo o prevención que se tiene por alguien o algo.
Si alguien tiene mucho Respeto a la montaña, lo que, en realidad, quiere decir es que si al subir una montaña, no toma ciertas consideraciones de preparación básicas, podría encontrarse envuelto en un accidente.
El Respeto, en términos neurolingüísticos, es una nominalización, y, como tal, está “congelando” un proceso, el proceso de respetar y ser respetado.
Bajo ese aspecto, en algunas situaciones, lo asociamos a la identidad de la persona, pero, en otras está directamente conectado con el comportamiento.
un significado adicional para la palabra Respeto está asociado a las acciones que alguien puede desarrollar, para que a través de ellas, logre ser "respetado", o sea, considerado por otros a través de un comportamiento o de creencias, que, eventualmente, podrían después estar asociadas a su identidad.
Tanto de forma consciente como inconsciente, empleamos criterios para emitir juicios y con éstos, generamos "rankings" o "clasificaciones” de nuestros valores.
Así, yo pudiera "respetar" mucho a alguna persona en la medida que lo que hace (comportamiento) está clasificado de forma máxima, según mi escala de valores.
De igual forma, si cierta persona presenta valores tales como bondad, inteligencia, etc. que para mí son muy importantes, le daré una ponderación altísima y, con eso, ganará mi Respeto.
Existe también el Respeto asociado a Instituciones, por lo que representan y, en este caso, estamos hablando de cómo yo la clasifico en relación a otras.
El respeto en cuanto a las personas, tiene, muchas veces que ver con la forma con la que nos movemos en el mundo, con protocolos previamente establecidos y que poseen significados implícitos relacionados con lo que significa ser respetado o no ser respetado.
En el fondo, el Respeto está también relacionado con las reglas que deben seguirse, para que los significados derivados del cumplimiento de éstas, estén de acuerdo con mis expectativas de lo que serían mis juicios.Por otro lado, el concepto de la Dignidad está directamente relacionado con "la cualidad de ser digno".
Tiene que ver con el comportamiento adecuado, según las normas contextuales existentes, apropiadas para quien ejecuta dicho comportamiento, para que, una vez ejecutado ese comportamiento, genere el “Respeto” correspondiente, o sea, el comportamiento digno se hace respetar.
En todos los ámbitos de la sociedad hay normas que organizan las relaciones entre las personas. A veces son normas escritas, incluso leyes.
Educar en el respeto
Cuando hablamos de compromiso cívico, el concepto fundamental que debemos tener en mente es el respeto. Las relaciones humanas se basan en el reconocimiento y respeto mutuo que facilita la convivencia y nos permite vivir en sociedad.
Respetar y ser respetado es uno de los principios que rigen las relaciones humanas.
En este sentido, el respeto debe ser integral y esto significa que debe darse en todos los ámbitos de la vida. De este modo, construimos un marco de convivencia en el que el compromiso y la responsabilidad de cada persona en el respeto a los otros nos ayude a construir la vida en sociedad.
Vivir en sociedad: el papel de las normas
Las personas vivimos en sociedad y para ello debemos seguir unas normas que están basadas en una combinación de derechos y deberes. Estas normas nos permiten convivir y organizan las relaciones entre las personas en cualquier ámbito de la vida cotidiana. Veamos algunas definiciones que se han dado del concepto de normas.
Las normas son una manifestación importante de la vida social y una manifestación de la solidaridad del grupo. Son instrucciones que orientan nuestra conducta y nos dicen qué debemos hacer y cómo podemos proceder en situaciones determinadas. El valor de estas reglas está en que realmente sirvan para el propósito que están concebidas.
Normas morales y normas jurídicas
Pero no todas las normas son iguales. Por una parte existen las normas morales que seguimos en nuestra vida cotidiana. No vienen impuestas ni están expresadas explícitamente, sino que son las reglas que nosotros mismos decidimos seguir para guiar nuestras actitudes.
El respeto mutuo es una norma moral que facilita la convivencia en sociedad
Pero también existen normas jurídicas, que pueden tener forma de leyes o reglamentos: Estas normas, a diferencia de las normas morales, están formuladas explícitamente y expresan lo que está permitido o prohibido en un contexto concreto. Este tipo de normas se definen así:
La norma jurídica es una regla u ordenación del comportamiento humano dictado por autoridad competente de acuerdo a un criterio de valor y cuyo incumplimiento trae aparejado una sanción. Las leyes imponen deberes y confieren derechos.
Las normas forman parte de nuestras vidas. Hay normas morales que decidimos seguir como una manifestación de carácter civilizado y respeto a los otros, y normas jurídicas contenidas en la legislación y publicadas en el Boletín Oficial del Estado que debemos aceptar y respetar de forma necesaria.