Novena a SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS: …"Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te agradezco todas las gracias y todos los favores con las que enriquecistes el alma de tu sierva Santa Teresita del Niño Jesús, durante los veinticuatro años que paso en la tierra y por los meritos e intercesión de tan querida Santita, concedeme la gracia que te pido…… (Aquí se pide la gracia que se quiere obtener),...si estuviera conforme a Tu santísima Voluntad y para la salvacion de mi alma." OH! Santa Teresita del Niño Jesús, ayuda en mi Fe y en mi Esperanza: cumplidose una vez mas vuestra promesa de que nadie te invocaria en vano, haciendome recibir una rosa en señal de que alcanzare la gracia pedida... Se rezan 24 Glorias en agradecimiento a Dios por los dones concedidos a Santa Teresita en los veinticuatro años de su vida terrenal. Y a continuación de cada Gloria, la invocación: SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS, ruega por nosotros. y al finalizar rezar, Un PADRE NUESTRO y UN AVE MARIA. |
Novena de los 24 Glorias - Santa Teresita del Niño Jesús
El hombre de hielo y el pájaro de fuego
Érase un hombre de hielo. Habitaba un desierto adonde había llegado huyendo de la muerte. Los amaneceres y los crepúsculos se alternaban allí con la claridad lunar de interminables noches. ¿Cuántos años se sucedieron? El hombre desandaba un paisaje detenido, cautivo de sus días. Y él, que había huido de los grandes pájaros de fuego, quiso poseer uno que reuniera en su plumaje los colores de la vida. Lo buscó en el desierto circundante, pero solo halló aves rapaces de corvos picos y horripilantes graznidos, que le recordaron los campos de batalla; y el hombre lloró sobre las ásperas piedras... Cierta vez lo vio crecer sobre el único árbol del paraje, y lo creyó irreal; pero al rozar con sus dedos el sedoso plumaje, supo que ya no estaba solo. Entonces, el pájaro se posó en su hombro, le cantó al oído; y él supo que la guerra continuaba; pequeños países eran invadidos, pueblos enteros aniquilados, y supo que ese pájaro de luz tenia una misión: pedirle a cada habitante que sume su voz, a un solo desesperado grito universal...¡Baaaasta! Una tarde calurosa y amarilla, en que el viento formaba con las arenas remolinos blancos, el pájaro se quedó muy quieto sobre el árbol deshojado; había escuchado el clamor de todas las almas angustiadas y se le fue enrojeciendo el plumaje. Abrió las alas, remontó vuelo, y se alejó. Unos hombres que lo vieron, lo derribaron. El cuerpecito se abatió en la desértica inmensidad. El hombre lo buscó y al no encontrarlo recorrió el desierto. Lo halló al caer la tarde y lo recogió: un cuerpito chamuscado, en su enorme mano. Entonces el hombre, cuyo corazón ya no era de hielo, pudo escuchar el mismo grito que oyera el pájaro: ¡Basta..., baasta..., baaaaasta...! ESTHER FELDMAN BK
La caja vacia
Los miembros de cierta tribu del África occidental cuentan la leyenda de la doncella celestial. Sucedió una vez que la gente de la tribu notó que sus vacas producían menos leche que antes. Y no se explicaban el motivo... Un joven se ofreció a velar toda la noche y ver que podía estar pasando. Después de varias horas de espera en la oscuridad, oculto tras un arbusto, vio algo extraordinario. Una joven de notable belleza bajaba montada en un rayo de luna, trayendo un gran cubo. Ordeñó las vacas, llenó el cubo con la leche y volvió al cielo montada en un rayo de luna. ¡El hombre no podía creer lo que había visto! A la noche siguiente puso una trampa en el prado de las vacas, y cuando vino la doncella a ordeñar las vacas, accionó la trampa y la atrapó. "¿Quién eres?" -le preguntó-. Ella le explicó que era una doncella celestial, miembro de una tribu que vivía en el cielo y no tenían con que alimentarse. De modo que le habían encargado que bajara a la tierra de noche y recogiera comida. Le rogó que la liberara de la red, y ella haría lo que él le pidiera... El hombre pensó un poco y luego le respondió que la liberaría sólo si ella accedía a casarse con él. "Me casaré contigo", dijo la doncella, "Pero debes dejarme ir a mi casa por tres días a prepararme". "Después volveré y seré tu esposa". Él estuvo de acuerdo. Tres días después, la doncella regresó, portando una caja grande. "Seré tu esposa y te haré muy feliz", le dijo al joven, "pero debes prometerme que nunca mirarás lo que hay dentro de esta caja". Durante varias semanas, fueron muy felices juntos. Hasta que un día, mientras su esposa estaba ausente, el hombre fue dominado por la curiosidad y abrió la caja. No había nada en ella. Cuando la mujer regresó, vio que su marido la miraba con una mirada extraña y le dijo: "¿Miraste dentro de la caja, no es cierto? Pues entonces no puedo seguir viviendo contigo". "¿Porqué?" preguntó el hombre, "¿qué hay de terrible en que mire el interior de una caja vacía?". "No te abandono porque hayas abierto la caja. (De todos modos, supuse que lo harías)... Te abandono porque dijiste que estaba vacía. No lo está; está llena de cielo. Contiene la luz y el aire y los olores de mi casa en el cielo. Cuando volví allá por última vez, llené la caja con todo lo que había de más precioso, para recordar siempre de dónde provengo. ¿Cómo puedo ser tu esposa si lo que para mí es más precioso, para ti no es nada?". ¿¿¿Cómo valoramos a nuestros seres queridos??? A veces no entendemos lo que es importante para ellos, cuál es el tesoro interior de cada uno, qué es lo que guardan en sus cajas... ¡Dios quiera que aprendamos a escucharnos, a encontrar en los otros aquellas cosas que valoran y son preciosas a sus ojos, para que nosotros podamos descubrirlas, compartirlas y disfrutarlas junto con ellos!
No estás deprimido... estas distraído
Desde mi barca en retirada
No pretendo ser perfecto, pero sí quisiera ser un viejo que no saque de quicio a todo el mundo, que no exaspere a los demás. No aspiro a ser un santo, pero sí una anciano que no se crea infalible, ni viva de quejas y temores. No pretendo cambiar a estas alturas mis patrones de vida, pero sí convertir los años en espíritu y que fluya la dulzura; convertir las canas en acierto y que fluya el consejo; convertir las arrugas en sonrisas y reflejar lo que llevo dentro. Abrir paso a la precipitación de los demás, para que me perciban lo menos posible y no llegue a ser un estorbo. No interferir en el camino de la juventud siempre con una censura y un repudio. Admitir los atenuantes que tienen para ser así y comprender que los buenos de ahora son quizás mejores que los de antes, porque transitan por mayores peligros y enfrentan peores tentaciones. No es posible hacer juventud con la vejez, pero sí aminorar mi alteración, mi irritabilidad, mi depresión, mi desasosiego y mi inevitable deterioro. No quisiera brillar en el mundo, pero sí quisiera desde mi sillón de soledad, dar alguna claridad. No quisiera estar martillando sobre mi experiencia, porque sería inútil. A cada uno le gusta vivirla y descubrirla por si mismo. Ni pretendo llevar a nadie de la mano: cada cual quiere caminar solo su propio destino. Pero sí deseo ser un faro en silencio que no apague su luz. Ser una barca en retirada llena de palomas, de historia, de relatos, de recuerdos que hablen, de miradas que descubran, de hechos que hagan pensar… No desperdiciar la vejez. No mirar los años con miedo, dándoles a estos últimos un profundo sentido, porque son el espacio final para movernos y el momento irrepetible para la realización completa. No hacer de la vejez un lastre y una insignificancia, sino una sombra que fue luz, un árbol que fue fruto y un camino que fue huella. ¡¡¡No vivir en la oscuridad como algo inservible, sino pararme delante de una estrella para morir iluminado!!!
Una historia para reflexionar
Una lección de cortesía y urbanidad
- Pero señor presidente, ¿Cómo es posible que usted se moleste siquiera en saludar a ese esclavo negro? - ¿Cree usted – contestó Jefferson – que es bueno que un esclavo supere a un presidente en normas de cortesía y urbanidad?
En nuestra vida cotidiana ¿somos capaces de comportarnos como el presidente o más bien pensamos como el empresario?
¿Cuántas veces juzgamos y tratamos a los demás en función de nuestra posición económica, laboral y/o social?
¿Cuántas veces dejamos de saludar al que barre en la calle o el que maneja un autobús?
¿Cuántas veces vemos con desdén al peatón que se nos atraviesa?
¿Cuántas veces tratamos a conserjes y personal doméstico como seres inferiores?
¿Cuántas veces en el trabajo damos a nuestros superiores un mejor trato que el que ofrecemos a nuestros subordinados?
¿Cuántas veces nuestros amigos reciben más atención que nuestra pareja o nuestros hijos?
¿Cuántas veces…….?
¿Seremos capaces un día de tratar a todo el mundo por igual sin importar el dinero, la posición social, el color de la piel, la nacionalidad, su posición política y/o su fe religiosa?
Publicado por Felipe Sangiorgi
El dinero nos puede cambiar.
La juventud de hoy en día
Siempre vales lo mismo.
El ciego y su futuro
Siempre criticando…
Nos hacen falta pruebas de que Dios existe
Hijo, ¿Por qué nos mientes?
Juan era un joven como muchos otros: mentía. Si, mentía con frecuencia y por cualquier cosa. Sus padres se habían percatado de ello, pero era poco lo que hacían al respecto. De vez en cuando le llamaban la atención o lo reprendían levemente, aunque lo común era que se hacían de la vista gorda. Creían que se trataba de algo pasajero y que pronto dejaría de hacerlo. Pero no fue así. Cada vez sus mentiras se volvieron más complejas y afectaban a todos los que lo rodeaban. Un día llegó a casa con una mentira que involucró gravemente a su hermano menor. Fue la gota que derramó el vaso. Sus padres se pusieron furiosos y perdieron la compostura. Sin medir sus palabras acusaron al joven de mentiroso, de desagradecido, de no querer a su familia. Juan se sintió acorralado y optó por callar mientras sus padres alterados seguían vociferando cualquier cantidad de preguntas, cuestionamientos y amenazas. Mientras su madre acusaba a la escuela y las maestras por no haberle enseñado el valor de decir la verdad y por no haberlo corregido a tiempo, la mente de Juan empezó a divagar. De repente recordó que una vez, cuando era niño, había salido con su madre al mercado. En el camino se detuvieron frente a una tienda donde ella se compró una hermosa blusa. Luego continuaron su camino y cuando llegaron al mercado el dinero no alcanzó para todo lo que tenían que comprar. Al llegar a la casa ella le dijo a su esposo que no le había dado suficiente dinero, que las cosas habían subido mucho de precio y que ya la plata no alcanzaba
La libertad de los monjes
En una antigua abadía europea donde hacen vida de clausura un desconocido número de monjes, un feligrés se acercó al abad y diciéndole. - He observado que en la iglesia todos los monjes se sientan a la derecha, detrás de unas gruesas rejas metálicas. - Así es – contestó el abad - Eso me parece inútil y hasta falso - ¿Por qué, señor? - ¿Acaso ustedes no hacen votos de castidad? - Por supuesto que sí. - Pues si hacen este voto, ¿de qué sirven las rejas? y si ponen las rejas, ¿de qué sirve el voto? Con calma y serenidad el abad contestó: - Mi estimado señor, estas rejas no son para prohibir salir a los monjes del lugar, son para que el público no entre a profanar el silencio de este recinto con su curiosidad morbosa. Luego tomó el cordón que colgaba de su cintura y le dijo: - Mire, cada uno de nosotros tiene al final de su cordón una llave que abre una pequeña puerta que está al final del jardín. Ella conduce al mundo exterior. Nadie nos obligó a entrar al claustro, nadie nos obliga a permanecer en él y si queremos salir podemos hacerlo cuando nos plazca. En eso consiste la verdadera libertad, en tener la posibilidad de elegir. El silencio fue elocuente, entonces el abad agregó: - Muchos de los que están afuera solo ven nuestras rejas y creen que nosotros somos los prisioneros mientras ellos gozan de libertad. Sin embargo no se dan cuenta que ellos son los prisioneros de sus prejuicios, de sus rutinas, del trabajo que no les gusta, de las limitaciones que ellos mismos se han impuesto, del ¿qué dirán?, y de tantas otras cosas. Ellos están tan preocupados por ver las rejas de los demás que han olvidado que ellos también tienen una llave que abre a placer el camino de salida, el camino del cambio. Esta llave abre las puertas de la reflexión, de la autosuperación, de la motivación, del optimismo, de la perseverancia, del valor, del ánimo, del amor y de tantos otros valores que están dormidos dentro de nosotros mismos a la espera de ser llamados. Publicado por Felipe Sangiorgi
Dios siempre está presente
El rencor, una carga para nosotros mismos
La bondad no hace alarde
Autor: Clemente Sobrado C.P. Durante el verano la familia se iba casi todos los días a la playa. A diario los niños veían a una viejecita que buscaba algo en la arena. Le fueron tomando confianza. Ella sólo les regalaba una sonrisa. Los papás se sintieron un poco molestos porque no les isnpiraba confianza. Hasta que un buen día la viejecita dejó de ir a la playa. Y recién se descubrió que la mujer, en un intento de hacer algo que valiese la pena, recogía restos de vidrios para que los niños no se cortasen y pudiesen corretear felices. Hay muchas maneras de sentir la alegría y la felicidad. La mejor felicidad no es el reconocimiento, sino el bien que generosamente hagas. Aunque los demás no se den cuenta. La mejor felicidad es hacer el bien por el bien mismo. No es la que cobras y te pagan al día, sino la que los demás ignoran pero tu corazón reconoce. La mejor felicidad no es la que se publica en las primeras páginas, sino la que tú escribes en las páginas de tu corazón. La mejor felicidad es fruto de aquella bondad que nadie conoce hasta que sienten su falta. Hay muchos que buscan nada más que las alabanzas de los demás. Ellos nunca sienten felicidad por lo que hacen. Ellos se alegran por lo que reciben. Tu mejor inversión es la que nunca vas a cobrar de los niños que juegan en la playa. Sentirte feliz por lo que haces ya es suficiente recompensa. ¿Por qué esperar siempre a que los demás cumplan con su deber para que tú puedas hacer el bien ahora mismo? ¿Por qué tener que instuticionalizar siempre el hacer el bien? Esto le toca a aquel y esto le toca al otro. La bondad es algo más que cumplir con las instituciones. Es fruto del corazón que está siempre por encima de todo. ¿Por qué para hacer un favor debo esperar a que tú me lo hayas pedido? Con la bondad no se trafica. No se compra ni se vende. Si Cristo esperase justificar su muerte, creo que para estas horas estaría gozando de muy buena salud. El día que no tengas nada que hacer vete a la playa y recoge lo que puede ser un peligro para los demás. Luego date un fresco baño. Verás qué rica te sabe el agua lavando el sudor de tu generoso servicio.
Ignorancia vs.Sabiduría
¿Importancia a lo material?
Autor: Dr. Adrián Rogers. Libro: " El secreto de la satisfacción" En el periódico "Charlotte Observer" salió un interesante artículo llamado: "La era de muertos vivientes". Un reportero del periódico fue a la Facultad de Administración de empresas de la Universidad de Duke para investigar las metas y ambiciones de los alumnos que estudiaban para obtener su maestría en administración de empresas. Con muy pocas excepciones, éstas eran sus metas: dinero, poder y cosas, Y aquellos estudiantes querían cosas muy grandes como casas para vacacionar, automóviles costosos, yates y aviones. Su principal interés era su carrera y el crecimiento de sus inversiones financieras. Sus planes personales daban muy poco lugar a la familia, al desarrollo intelectual, al crecimiento espiritual, a la responsabilidad social, o incluso a la administración más efectiva. El reportero procedió a citar a un psicólogo llamado Eric Braun, que hizo una de las preguntas más penetrantes que he escuchado en mucho tiempo.. Observando a las personas que piensan que sus vidas consisten en la abundancia de sus posesiones, el Dr. Braun preguntó: " Si yo soy lo que poseo y lo que yo poseo se pierde, entonces ¿Quién soy?. Esta es la razón por la cual las personas se arrojaron de los edificios durante el período de la Gran Depresión de los Estados Unidos. Ellos equipararon lo que eran con lo que poseían, y cuando perdieron sus posesiones, no quedó nada. Si usted quiere ver lo que en realidad posee y lo que es en realidad, haga cuentas de todo lo que tiene que el dinero no puede comprar, ni la muerte le pueda arrebatar y entonces sabrá cuáles son sus verdaderas riquezas.
Adquirir las alas
Existe una fábula acerca de la manera en como los pájaros adquirieron las alas. Al principio fueron formados sin alas. Entonces Dios hizo las alas y las puso delante de los pájaros, que carecían de ellas, diciéndoles: "Venid, tomad estas cargas y llevadlas". Los pájaros tenían un plumaje delicioso y sus trinos eran melodiosos. Podían cantar y sus plumas brillaban en la claridad del sol, pero no podían remontarse en el aire. Al principio vacilaron cuando se les mandó tomar las cargas que había junto a sus pies, pero pronto obedecieron y, cogiendo las cargas con sus picos,las colocaron en sus espaldas para llevarlas. Durante un poco de tiempo la carga parecía pesada y dura de llevar, pero no transcurrió mucho en que, llevando sus cargas y desplegándolas sobre sus corazones, las alas crecieron de prisa en sus cuerpecitos, y de pronto descubrieron la manera de usarlas y se elevaron en el aire por medio de ellas. Las cargas se convirtieron en alas. Es una parábola. Nosotros somos los pájaros sin alas y nuestros deberes y tareas son las alas que Dios ha hecho para elevarnos hacia el cielo. Miramos a nuestras dificultades y pesadas cargas y nos asustan, pero cuando las levantamos y atamos sobre nuestros corazones se convierten en alas y con ellas nos elevamos y remontamos hacia Dios. No existe carga que, si la levantamos con alegría y la llevamos con amor en nuestros corazones, no se convierta en una bendición para nosotros. Dios dice que nuestras tareas son nuestras ayudadoras. Rehusar el inclinar nuestras espaldas para recibir una carga es rechazar una nueva oportunidad para progresar. J. R. Miller Toma la carga con alegría, no reniegues de ella, lentamente tus alas se abrirán y podrás volar. A veces parece imposible que podamos llevar tanto peso pero al pasar el tiempo nos damos cuenta que Dios no nos da más peso del que podemos llevar. Por ello siempre despliega tus alas, no pienses ¿por qué a mi? ¿Me merezco esto? Simplemente lleva la carga, no te resistas pues al pasar el tiempo comprenderás que tu crecimiento interior fue maravilloso y que tu fortaleza logró que puedaselevarte por encima del infortunio. Nos toca vivir a veces situaciones impensadas, no sabemos qué hacer, nos sentimos a la deriva, quizás queremos quedarnos paralizados ahí por temor al futuro, tal vez preferimos ignorar o no pensar en el problema pero debemos enfrentar lo que nos toca con la firme convicción de que vamos a poder solucionarlo, y que pronto volveremos a sentirnos en paz y bien. Todo pasa, nada es eterno, los problemas tampoco y de nuestra fuerza, de nuestra alegría y de nuestra fe depende que nuestras alas se desplieguen siempre aún cuando la carga nos parezca demasiado pesada. Graciela De Filippis
Cambios- Empieza por ti
Las siguientes palabras fueron escritas en la tumba de un obispo anglicano (1.100 D.C.) en las criptas de la abadía Westminster: Cuando era joven y libre, y mi imaginación no tenía límites, soñaba con cambiar el mundo. Al volverme mas viejo y más sabio, descubrí que el mundo no cambiaría, entonces acorté un poco mis objetivos y decidí cambiar solo mi país. Pero también el parecía inamovible. Al ingresar en mis años de ocaso, en un último intento desesperado, me propuse cambiar solo a mi familia, a mis allegados, pero por desgracia, no me quedaba ninguno. Y ahora que estoy en mi lecho de muerte, de pronto me doy cuenta: Si me hubiera cambiado primero a mi mismo, con el ejemplo habría cambiado a mi familia; a partir de su inspiración y estímulo, podría haber hecho un bien a mi país y quién sabe, tal vez incluso habría cambiado el mundo. Anónimo
La rana y la falta de humildad
A Corazón Abierto
Mañana en la mañana abriré tu corazón le explicaba el cirujano a un niño. Y el niño interrumpió: -¿Usted encontrará a Jesús allí? El cirujano se quedó mirándolo, y continuó: -Cortaré una pared de tu corazón para ver el daño completo. -Pero cuando abra mi corazón, ¿encontrará a Jesús ahí?, volvió a interrumpir el niño. El cirujano se volvió hacia los padres, quienes estaban sentados tranquilamente. -Cuando haya visto todo el daño allí, planearemos lo que sigue, ya con tu corazón abierto. Pero, ¿usted encontrará a Jesús en mi corazón? La Biblia bien claro dice que Él vive allí. Las alabanzas todas dicen que Él vive allí.... ¡Entonces usted lo encontrará en mi corazón! El cirujano pensó que era suficiente y le explicó: -Te diré que encontraré en tu corazón. Encontraré músculo dañado, baja respuesta de glóbulos rojos, y debilidad en las paredes y vasos. Y aparte me daré cuenta si te podamos ayudar o no. - ¿Pero encontrará a Jesús allí también? Es su hogar, Él vive allí, siempre está conmigo. El cirujano no toleró más los insistentes comentarios y se fue. Enseguida se sentó en su oficina y procedió a grabar sus estudios previos a la cirugía: aorta dañada, vena pulmonar deteriorada, degeneración muscular cardiaca masiva. Sin posibilidades de trasplante, difícilmente curable. Terapia: analgésicos y reposo absoluto. Pronóstico: tomó una pausa y en tono triste dijo: muerte dentro del primer año. -entonces detuvo la grabadora -Pero, tengo algo más que decir: ¿Por qué? -pregunto en voz alta-¿Por qué hiciste esto a él? Tú lo pusiste aquí, tú lo pusiste en este dolor y lo has sentenciado a una muerte temprana. ¿Por qué? De pronto, Dios, nuestro Señor le contestó: -El niño, mi oveja, ya no pertenecerá a tu rebaño porque él es parte del mío y conmigo estará toda la eternidad. Aquí en el cielo, en mi rebaño sagrado,ya no tendrá ningún dolor, será confortado de una manera inimaginable para ti o para cualquiera. Sus padres un día se unirán con él, conocerán la paz y la armonía juntos, en mi reino y mi rebaño sagrado continuará creciendo. El cirujano empezó a llorar terriblemente, pero sintió aun más rencor, no entendía las razones. Y replicó: Tú creaste a este muchacho, y también su corazón ¿Para qué? ¿Para que muera dentro de unos meses? El Señor le respondió: -Porque es tiempo de que regrese a su rebaño, su tarea en la tierra ya la cumplió. Hace unos años envié una oveja mía con dones de doctor para que ayudara a sus hermanos,pero con tanta ciencia se olvidó de su Creador. Así que envié a mi otra oveja, el niño enfermo, no para perderlo sino para que regresara a mí aquella oveja perdida hace tanto tiempo. El cirujano lloró y lloró inconsolablemente. Días después, luego de practicar la cirugía, el doctor se sentó a un lado de la cama del niño; mientras que sus padres lo hicieron frente al médico. El niño despertó y murmurando rápidamente preguntó: -¿Abrió mi corazón? -Si -dijo el cirujano- -¿Qué encontró? - preguntó el niño - - Tenías razón, encontré allí a Jesús.
La vida es una cajita de sorpresas
Una canción que salvó vidas y convirtió corazones
Una noche clara y serena, subía un vaporcito la corriente del Potomac, en América del Norte. La naturaleza estaba en calma, y sólo el ruido de la máquina de vapor quebrantaba el silencio de la noche. "Cantad alguna cosa, señor Sankey", dijeron algunas personas al célebre compañero y amigo de Moody, que estaba a bordo. "¿Cantar?" Respondió Sankey. "No sé mas que himnos". "Pues bien, un himno, por favor", dijeron todos. Sankey, se arrimó a la gran chimenea, se quitó el sombrero, y concentrándose algunos segundos en pie, comenzó a elevar un canto precioso. Su voz se elevaba pura, espléndida, emocionante; una de estas voces cuyos acentos deben llegar hasta el trono de Dios. Había escogido el popular cántico "Jesús, sé mi fortaleza". El silencio era profundo y cuando se extinguió la nota final del himno, todos los creyentes estaban estáticos bajo la impresión del cántico. De repente, de la extremidad del vapor, un hombre tostado por los rayos del sol, con aspecto de bandido se adelante hacia Sankey, y con voz entrecortada, sobrecogido, le dice: "¿Sirvió usted en el ejército del Sur?" - Aludía a la guerra entre el Norte y el Sur de los Estados Unidos, en los años 1861 a 1865. "Sí", respondió Sankey. "¿Estuvo usted en tal batallón y en tal regimiento?" "Sí, sí pero ¿por qué estas preguntas?" "Escuche usted, ¿no estuvo usted en los puestos avanzados en la noche del plenilunio de mayo de 1862?" "Sí, allí estuve, me acuerdo perfectamente". "Y yo también", dijo el hombre de tez bronceada. Aquella noche fue para mí la más extraordinaria, la más memorable de mi vida, y de la de usted también señor, a pesar de que no sabe nada al respecto. Yo servía como usted en esa guerra, en el ejército del Norte, enemigo vuestro. Estaba yo en los puestos de avanzada aquella noche, cuando al resplandor de la luna vi a un hombre, un enemigo. -¡Ah, ah joven!,- dije, - tú por lo menos no escapas. Pobre hombre, no tiene mas que segundos de vida. - Tenía su cabeza descubierta y yo me ocultaba en la sombra. Mis dedos ya se posaban en el gatillo. El bulto hizo movimiento, levantó sus ojos fijándose en una pequeña estrella que brillaba en el cielo, y empezó a cantar... ¡Qué queréis! cada uno tiene sus flaquezas, la mía es gustarme apasionadamente la música. ¡Oh, qué voz tiene este condenado! Dejémosle vivir dos o tres minutos- dije para mí y siguió cantando: "Jesús, sé mi fortaleza". Cuando llegó a la segunda estrofa, noté que algo me sujetaba; yo no sé lo que fue, pues nunca sentí cosa igual; yo estaba perturbado. Debo decirle a usted que cuando era niño mi madre me cantaba este cántico. Ella murió muy joven, si hubiese vivido más tiempo, yo sería otro hombre. Y he aquí en aquel momento, durante aquella noche de luna llena, repentinamente sentí como un beso en mi frente, como en los tiempos en que era niño. Esto me tocó el corazón. Es su espíritu, pensé, ella está aquí, ha venido para impedirme que tirara sobre este creyente, ahora expuesto al cañón de mi fusil. Hubo aún más; una voz me decía con fuerza: este Jesús debe ser fuerte y poderoso para salvar a este hombre de muerte tan segura. Y cuando le he visto a usted ahora, como en aquella noche, con la cabeza descubierta, al resplandor de la luna cuando he oído el cántico, el cántico de mi madre, mi corazón se ha enternecido. "La primera vez quedé bien impresionado; ahora estoy enteramente decidido. ¿Quiere usted ayudarme a encontrar a este Jesús que es tan poderoso, y que le ha enviado dos veces cerca de mí, sin duda para hacerme cambiar de camino?". Sankey abrió los brazos y los dos hombres se abrazaron temblando de emoción. El canto de un himno salvó la vida de un hombre y cambió la vida de otro.
Un ángel para cuidarte
Algunas personas entran en nuestras vidas y rápidamente se van... Algunas personas se vuelven nuestros amigos y se quedan por siempre dejando maravillosas huellas en nuestros corazones... y nunca seremos los mismos ya que hemos hecho un buen amigo. Ayer es historia, mañana es misterio. Hoy es un regalo. Por eso es que se llama "presente". Yo creo que esto es especial, vive y saborea cada momento; esto no es un ensayo general... Alguien muy especial está muy orgulloso de ti, está pensando en ti, se preocupa por ti, te extraña, quiere hablar contigo, quiere estar contigo, espera que no estés en problemas, está agradecido del soporte que le has proveído, quiere tomar tu mano, espera que todo se ponga bien, quiere que estés feliz, quiere que lo encuentres, está celebrando tu éxito, quiere darte un regalo, piensa que tu eres su regalo, quiere abrazarte, te ama, admira tu fuerza, está pensando en ti y sonriendo, quiere ser tu hombro en el cual llorar, quiere salir contigo y divertirse mucho, piensa mundo de ti, quiere protegerte, haría cualquier cosa por ti, quiere ser perdonado, está agradecido por haber sido perdonado, se quiere reír contigo, te recuerda y quisiera que estuvieses ahí, le reza a Dios por ti, necesita saber que tu amor es incondicional, le da valor a tu consejo, quiere decirte cuánto le importas, quiere compartir sus sueños contigo, quiere tenerte en sus brazos, quiere estar en tus brazos, atesora tu espíritu, desea detener el tiempo por ti, le reza a Dios por tu amor y amistad, no puede aguantar a verte, te ama por lo que eres, ama la forma en que lo haces sentir, quiere estar contigo, quiere que sepas que esta ahí por ti, está contento de que seas su amigo, quiere ser tu amigo, ha estado despierto toda la noche pensando en ti, está vivo por ti, desea que te des cuenta de él, desea conocerte mejor, quiere estar cerca de ti, extraña tu consejo/guía, tiene fe en ti, cree en ti, necesita que le envíes esta carta, necesita tu soporte, necesita que tengas fe en él, llorará cuando lea esto, necesita que le permitas ser tu amigo, escucha una canción que te hace recordar. Alguien está deseando estrechar tu mano y posarla sobre su pecho para que puedas sentir su corazón, para que te des cuenta cuánto significas para el. Recuerda que siempre hay alguien que quiere lo mejor para ti, por eso y mucho mas nunca te debes sentir solo... Tienes, cerca de ti, un Ángel de la Guarda. http://www.historiasyreflexiones.com/varios/sin-clasificar/un-angel-para-cuidarte.html
El verdadero valor de las cosas
Sólo faltaban cinco días para la Navidad. Aún no me había atrapado el espíritu de estas fiestas. Los estacionamientos llenos, y dentro de las tiendas el caos era mayor. No se podía ni caminar por los pasillos. ¿Por qué vine hoy? Me pregunté. Me dolían los pies lo mismo que mi cabeza. En mi lista estaban los nombres de personas que decían no querer nada, pero yo sabía que si no les compraba algo se resentirían. Llené rápidamente mi carrito con compras de último minuto y me dirigí a las colas de las cajas registradoras. Escogí la más corta, calculé que serían por lo menos 20 minutos de espera. Frente a mí había dos niños, un niño de 10 años y su hermana de 5 años. Él estaba mal vestido con un abrigo raído, zapatos deportivos muy grandes, a lo mejor 3 tallas más grande. Los jeans le quedaban cortos. Llevaba en sus sucias manos unos cuantos billetes arrugados. Su hermana Lucía como él, sólo que su pelo estaba enredado. Ella llevaba un par de zapatos de mujer dorados y resplandecientes. Los villancicos navideños resonaban por toda la tienda y yo podía escuchar a la niñita tararearlos. Al llegar a la caja registradora, la niña le dio los zapatos cuidadosamente a la cajera, como si se tratara de un tesoro. La cajera les entregó el recibo y dijo: son $6.09. El niño le entregó sus billetes arrugados y empezó a rebuscarse los bolsillos. Finalmente contó $3.12 y dijo: - Bueno, pienso que tendremos que devolverlos, volveremos otro día y los compraremos. Ante esto la niña dibujó un puchero en su rostro y dijo: - "Pero a Jesús le hubieran encantado estos zapatos". - Volveremos a casa trabajaremos un poco más y regresaremos por ellos. No llores, vamos a volver. Sin tardar, yo le completé los tres pesos que faltaban a la cajera. Ellos habían estado esperando en la cola por largo tiempo y después de todo era Navidad. En eso un par de bracitos me rodearon con un tierno abrazo y una voz me dijo: - "Muchas gracias señora". Aproveché la oportunidad para preguntarle qué había querido decir cuando dijo que a Jesús le encantarían esos zapatos. Y la niña con sus grandes ojos redondos me respondió: - "Mi mamá está enferma y yéndose al cielo. Mi papá nos dijo que se iría antes de Navidad para estar con Jesús. Mi maestra dice que las calles del cielo son de oro reluciente, tal como estos zapatos. ¿Creo que mi mamá se verá hermosa caminando por esas calles con estos zapatos?" Mis ojos se inundaron al ver una lágrima bajar por su rostro radiante. Por supuesto que sí, le respondí. Y en silencio le di gracias a Dios por usar a estos niños para hacerme recordar el verdadero valor de las cosas.
¿Para qué los bienes materiales?
En esta vida, para algunos, llena de cosas materiales, y para otros sin qué comer, ¿qué es lo que se tiene en abundancia y para qué? Ojalá las personas se preocuparan por tener muchos valores, tener sí, pero no sólo bienes materiales, sino sobre todo valores espirituales. Es cuestionable ver cómo los niños de la calle pueden divertirse con lo menos, pensado, a diferencia de los niños que poseen el juguete más sofisticado, que los papás como adultos materialistas piensan que es el mejor, por ser el más caro. Esta idea la asimilará el niño al ir creciendo. Un niño de 3 años le preguntó a su papá: "¿Dónde está tu papá? El respondió: "Con Dios, en el cielo". Unos meses más tarde: "¿Dónde está el perro?". (El perro había muerto), la abuelita le dijo: "El perrito ha muerto". Y el niño preguntó: "¿Y se fue al cielo?". La abuelita le contestó que sí se fue al cielo. El niño tenía muy claro, para este momento, que quien muere va al cielo. Pero eso no es lo que un adulto cree. Un adulto que se aferra a las cosas de este mundo y pierde la noción de que el hombre tiene que enriquecerse por dentro, no por fuera, y que la paz interior es lo que lo va a hacer rico interiormente. Ese mismo niño a los 5 años sabe rezar el Padre Nuestro y el Angel de la Guarda, y los reza todas las noches porque está seguro que ellos lo protegen. Más, es triste que ese niño, con el paso del tiempo, también ha cambiado y empieza a tener el deseo de acumular cosas materiales, porque aprende de lo que tiene a su alrededor. Seguramente cuando sea grande se habrá olvidado que lo más importante es lo que uno sea por dentro, lo que uno hace por los demás, no lo que uno acumula. También habrá perdido la visión de que la paz interior la da Dios y tratará de llenar ese vacío con cosas. Es bueno que como los niños, oigamos a nuestro interior y no sólo al mundo exterior. Piensa si lo que atesoras es para enriquecer tu interior o acumular cosas. Piensa en cómo estás educando a tus hijos.
Verdades
Chequea esto y veras que todo lo que se diga aquí es una gran verdad: Sabías que los celos hacia una persona suceden cuando la quieres de verdad. Sabías que las personas que parecen ser muy fuertes son las más débiles. Sabías que las personas que siempre defienden a los demás son los que más necesitan que los defiendas. Sabías que las tres palabras más difíciles de decir son " Te quiero, Perdón, y Ayúdame". Las personas que lo dicen son las que realmente lo necesitan o lo sienten, y son a las que más debes valorar por que lo han dicho. Sabías que las personas que ocupan su tiempo en hacerle compañía a los demás o ayudarlos, son las que más necesitan de tu ayuda y de tu compañía. Sabías que las personas que se visten de rojo son las más seguras de sí mismas. Sabías que las personas que se visten de amarillo son las que disfrutan más de su belleza. Sabías que las personas que se visten de negro son las que quieren pasar desapercibidas y necesitan de tu comprensión y tu ayuda. Sabías que cuando ayudas a alguien, se te devuelve esa ayuda al doble. Sabías que las personas que más necesitan de ti son las que no te lo dicen. Sabías, que es mas fácil decir lo que sientes si lo escribes, que si se lo dices a la persona de frente. Sabías que tiene más valor si lo dices de frente. Sabías que tiene más valor lo que te cuesta hacer o decir, que lo que te cuesta y tienes que pagar con dinero. Sabías que si pides algo con mucha fe y a esa fe sólo le ves el lado positivo, se te cumplen las cosas. Sabías que puedes hacer tus sueños realidad como el amor, el dinero, la salud, si lo pides con fe, y que sí realmente lo supieras no te estarías maravillando de lo que puedes hacer con ella. Pero no creas en todo lo que te digo, hasta que no lo compruebes por ti mismo. Si conoces a alguien que necesite cualquier cosa de las que ya te dije, y que la puedes ayudar, dale tu ayuda, y veras que se te devolverá al doble, o ayúdate a ti mismo y veras los resultados. http://www.historiasyreflexiones.com/varios/sin-clasificar/verdades.html
Un pedazo de cielo
Reparaciones
Repara el mal que hiciste esparciendo el bien en su propio ambiente.
Da a quien le quitaste.
Complace a quien disgustaste.
Alaba a quien criticaste.
Habla bien de quien levantaste calumnias.
Cura a quien heriste.
Salva a quien destruiste.
Da vida a quien mataste.
Sólo la reparación del mal puede sanarlo.
Sólo la subida puede equilibrar la bajada.
Sólo el amor puede anular el odio.
Sólo el hacer el bien puede reparar el haber hecho el mal. Subamos, pues, permanentemente a la cumbre asumiendo comportamientos positivos. http://www.historiasyreflexiones.com/blog.html?start=56
Casos extremos
Una historia sobre la defensa de la vida. ¿Qué haría si se encontrara en alguna de estas situaciones? 1.- El padre es asmático, la madre tuberculosa. Tuvieron cuatro hijos, el primero es ciego, el segundo es sordo, el tercero está muerto y el cuarto tiene tuberculosis. La madre está embarazada de nuevo. ¿Recomendarías el aborto en esta situación? 2.- Un hombre blanco viola a una niña negra de 13 años y está embarazada. Si fueras el padre de esta joven, ¿le recomendarías el aborto? 3.- Un predicador y su esposa quienes enfrentan problemas económicos muy fuertes, ya tienen 14 hijos, son realmente pobres. Considerando su extrema pobreza, ¿recomendarías que la esposa abortara su décimoquinto hijo? 4.- Una joven está embarazada, no está casada y su prometido no es el papá del niño que está esperando. ¿Le recomendarías que abortara? Si contestaste "SI" en alguna de las situaciones anteriores lee lo siguiente: 1.- En el primer caso el mundo no hubiera conocido a Ludwing Van Beethoven. 2.- En el siguiente caso Ethel Walters, una de las cantantes negras mas famosas de todos los tiempos nunca hubiera nacido. 3.- En la tercera situación hubieras aniquilado a Jhon Wesley, uno de los más grande predicadores del siglo. 4.- Y en el cuarto caso hubieras quitado a María y a todo el mundo el regalo más precioso de toda la humanidad: JESUS.