Oh inefable Creador nuestro,
altísimo principio y fuente verdadera de luz y sabiduría,
dígnate infundir el rayo de tu claridad
sobre las tinieblas de mi inteligencia,
removiendo la doble oscuridad con la que nací:
la del pecado y la ignorancia!
.
¡Tú, que haces elocuentes las lenguas de los pequeños,
instruye la mía, e infunde en mis labios la gracia de tu bendición!
.
Dame agudeza para entender,
capacidad para retener,
método y facilidad para atender,
sutileza para interpretar
y gracia abundante para hablar.
.
Dame acierto al empezar,
dirección al progresar
y perfección al acabar.
que vives y reinas por los siglos de los siglos.¡Oh Señor! Dios y hombre verdadero,
.
Amén
ORACIÓN DEL ESTUDIANTE ANTE UN EXÁMEN DE SANTO TOMAS DE AQUINO
12:51 p.m. |
Etiquetas:
Santo Tomás de Aquino
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