Los análisis precedentes facilitan la comprensión del dato de la tradición teológica de inspiración tomista, según el cual la prudencia es virtud unitaria y compleja; participa contemporáneamente de las prerrogativas de las virtudes intelectuales (como la inteligencia, la ciencia, la sabiduría y el arte) y de las morales. Es virtud intelectual porque perfecciona la actividad de la razón; es virtud de la razón práctica porque cualifica a la razón en su valencia específica de facultad ordenada a la praxis, es decir, de la facultad que valora la realidad a la luz del bien que hay que realizar en relación con el fin al que hay que orientarse.
Por su conexión con el campo de las costumbres y con el mundo de la afectividad, del bien que hay que amar y perseguir, es considerada virtud moral: discierne y decide lo que es proporcionado al bien-fin que ama la voluntad, al cual tiende y hacia el cual hace converger la transformación y la humanización de la realidad. Es una virtud, porque la persona que la cultiva se capacita para conocer y perseguir el bien, no una vez u otra, sino de modo permanente, con intensidad y con verdad. La gestión más difícil no es la encaminada a programar las cosas que hay que hacer, sino la que se dirige a orientar la existencia por el camino de la verdad y del bien. La virtud de la prudencia es cualitativamente diversa de la disponibilidad a ser veraces, a obrar bien una vez u otra. La virtud no hace impecable, pero impone no consentir en el pecado, no considerarlo inevitable y no resignarse a él. La persona virtuosa no se libra de las contradicciones, de la ignorancia, de la dificultad de leer la verdad y de asentir a sus exigencias; pero, a pesar de estos limites y de estos obstáculos, tiende con sinceridad, con decisión eficaz, a la connaturalización con el bien humano, persevera en el intento de reflexionar, juzgar y obrar en la línea del bien.
La madurez prudencial no se improvisa; es fruto de un arduo aprendizaje, y o acompaña al ser humano constantemente en su camino o se convierte en una veleidad abstracta.
La repercusión más negativa de la carencia de atención a esta virtud se percibe en la atrofia de la capacidad de armonizar la historia propia con la de todos y de querer que tienda al bien de todo ser humano en todo el ser humano. A menudo también las personas virtuosas van a la zaga en este campo, manifiestan escasa atención a la realidad: pendientes de la realización de los microproyectos, no "juzgan por sí mismas los signos de los tiempos" (Lc 12,54-57), no consideran la valencia política de las opciones que persiguen y comparten con fatiga la responsabilidad del crecimiento comunitario. El que renuncia a preocuparse de la paz no se construye a sí mismo y no es fiel a Dios. La prudencia personal y comunitaria es componente esencial de la propuesta cristiana sobre la rectitud humana. Asentir a ella en el hoy de la historia es estilo de fidelidad. El dinamismo prudencial es auténtico cuando está inspirado y orientado por la fidelidad y no por el cálculo, por la búsqueda de lo que puede garantizar de riesgos o proporcionar una garantía. cualquiera de inmunidad. La prudencia no es una varita mágica de nuevo tipo (Cf PLATÓN, República II, 359d), es la prerrogativa de las personas rectas y honestas que, fieles a su vocación humana y cristiana, conjugan en realidad el comportamiento concreto con la orientación de vida.
El conocimiento del obrar que hace crecer a la persona como sujeto de relación conecta estrechamente con la cualidad de las relaciones que construye. Éstas son verdaderas cuando las viven personas que no están movidas por formalidades abstractas de bien, que asienten a la solidaridad en la comunidad humana, que viven la responsabilidad de la historia con fidelidad a la propia vocación final. Viviendo se aprende a vivir.
Santo Tomás destaca esta circularidad cuando afirma que toda virtud moral debe ser prudente (De virtutibus in communi, a. 12, ad 23) y que sin virtud moral no puede haber prudencia (S. Th., II-11, q. 47, a. 3, ad 3; I-II, q. 65, ad 2 c). Los comportamientos inspirados en la verdad contienen una forma específica de conocimiento y desembocan en él.
La prudencia tiene como materia propia, como campo específico de acción, la connaturalización de la razón con las condiciones del bien humano. Se trata de discernir, realizar y verificar lo que hace justos, fuertes y sobrios, agentes de paz en la familia humana abierta al todavía no de sus posibilidades. Esta espera de racionalidad global, aunque es connotada por otros términos, es muy viva en el mundo de hoy.
Aunque parezca que los fenómenos culturales contemporáneos han hecho saltar el modelo prudencial transmitido en la tradición occidental, si se consideran atentamente los hechos se advierte que vuelven aproponer sus valencias principales. Estas no son ya patrimonio de una escuela, sino que se han convertido en componentes de la cultura. La paz personal y comunitaria exige la aportación de análisis sociales y de orientaciones psico-pedagógicas. Todas las lecturas y métodos de investigación científicamente fundados, resultan cada vez más imprescindibles en orden a una seria y auténtica valoración de la realidad social, cultural, religiosa y humana. Por desgracia, a menudo esta rica gama de elementos sigue aún vinculada a uno u otro sector de investigación, de suerte que resulta difícil asumirla de modo articulado para ayudarse y ayudar a hacerse cargo de modo habitual de la orientación de la vida y armonizarla con la de las comunidades en orden a una auténtica aportación a la cualificación del bien humano. La interdisciplinariedad creciente de las aproximaciones a las situaciones humanas es síntoma de la necesidad de promover esta convergencia de elementos. A menudo el que obra vive sólo el riesgo, la responsabilidad y las consecuencias de lo que hace para articular el discernimiento, la decisión y la obra. Es decir, la reflexión común debe reconstruir la unidad de la propuesta prudencial que parece desatendida por los análisis que tienden a separar sus diversos momentos: el discernimiento, la decisión, la ejecución, la valoración.
La espera de la lectura perspectivista y valorativa de los fenómenos humanos, la sensibilidad a los análisis de los dinamismos psicológicos y socio-culturales, la búsqueda de criterios de lectura y de valoración de las decisiones, el análisis de su valencia constituyen otros tantos índices del valor que se atribuye a lo que la propuesta tradicional sobre la prudencia había evidenciado a su modo. La paradoja de esta virtud está en el hecho de que puede aparecer como fin de sí misma, mientras opera en los sectores de las diversas virtudes; no puede separarse de ellas; es como el fermento en la masa fermentada, es forma y medida de las decisiones que estructuran la vida de las personas y de las comunidades.
La alabanza de la prudencia son las acciones justas, sobrias, fuertes y religiosas. Son prudentes las personas que practican la justicia y cualifican en lo concreto de las situaciones su orientación de vida. Si el malestar que muchos manifiestan ante el apelativo prudente se dirigiera al formalismo que discute y dialectiza sobre la justicia, pero descuida sus exigencias, estaría más que justificado.
En los giros importantes de la historia personal y comunitaria es cuando resulta ineludible la decisión de obrar; y la espera de respuestas verdaderas e iluminadoras encuentra dificultad para ser satisfecha, emerge inmediatamente el daño que se realiza cuando se descuida cultivarse en la inteligencia de la realidad, en la capacidad de discernir el bien humano y de realizarlo sin reductivismos y sin rémoras.
Si hoy las ciencias han abierto los caminos del poder, cada miembro de la humanidad ha de capacitarse para el uso responsable del mismo. Cuanto más la ciencia y la técnica permiten a todos alcanzar metas siempre nuevas, tanto menos los pueblos y personas deben estar desprovistos ante la decisión relativa a la rectitud de lo que está bien querer para no comprometer las relaciones personales y comunitarias, la relación con el cosmos y con el ambiente. Cuanto más realizables son posibles futuros, tanto más urgente es ponerse de acuerdo sobre un futuro común de dimensión de bien humano en cada ser humano.
Descrito el proceso del discernimiento, de la decisión y de la ejecución, podría parecer suficientemente trazado el papel de la prudencia. En realidad su aspecto más profundo y vital apenas ha sido rozado. Penetrar su dinamismo significa entrar en el mundo misterioso y complejo del crecimiento espiritual de las personas. La elección de vida que éstas siguen inspira las elecciones que realizan e influyen en la decisión de los caminos que recorren. El recto enfoque de la prudencia depende de las buenas relaciones con el último fin (ella es fruto de la caridad) del mismo modo que de la relación con los otros fines (S. Th., I-II, q. 65, a. 2c). La comunión con Dios, potenciada por los dones del Espíritu, influye de modo determinante en el discernimiento de las decisiones que hay que tomar y en la valoración de las posibilidades concretas de acción. En quien es fiel a la relación con Dios, todo brota de la gracia y todo concurre a fortalecerla en sus exigencias más profundas. Y ello no por un automatismo determinista, sino por connaturalización vital. Las virtudes morales en el contexto de gracia brotan de la vida teologal y concurren a arraigarla e irradiarla. En esta perspectiva se advierte inmediatamente cómo el discernimiento y la decisión no son hechos técnicos; son fenómenos humanos y se inscriben en el contexto de la orientación efectiva de vida, de la l opción fundamental, coherentemente vivida.
Esto lo confirma también algún otro dato. La prudencia es perfeccionada por el don de consejo, y mediante él se inserta en el dinamismo que caracteriza a la fidelidad al Espíritu y a la docilidad a la acción que él ejerce en la humanidad y en la familia de Dios. La forma suprema de justicia es la religión. Esto significa que ella en sus exigencias inspira y orienta todo el proceso prudencial. Por referencia a las perspectivas que abre la religión, la persona discierne y decide los estilos de vida y los comportamientos que hacen gozosa y pacífica la vida de las comunidades con las cuales es solidaria en el reconocimiento de la supremacía de Dios.
Ello permite establecer de modo más correcto las relaciones entre prudencia, obediencia y cualificación de las elecciones de vida. Aunque la persona prudente examina y valora atentamente lo que realiza y el modo de comportarse y de proceder, no quiere decir que deba cada vez discutir los aspectos particulares de su vida. La connaturalidad de la inteligencia con el verdadero bien libra de las vacilaciones y de las rémoras que caracterizan a las fases iniciales de la vida moral y espiritual, facilita la decisión sobre las elecciones que conciernen al proceso cotidiano y favorece la polarización de las energías en los aspectos que cualifican en profundidad la comunión y la presencia en la historia. Las decisiones hay que seguirlas mientras no se verifiquen fenómenos del todo nuevos que impongan reexaminarlas. Este hábito libera en las personas fieles energías extraordinarias, que permiten centrar la atención y la dedicación a la realización de las finalidades decididas como prioritarias. Cuanto más libres son las personas en las situaciones ordinarias de la vida, más disponibles están para las realidades y las metas que hacen bella y armoniosa la vida personal y la comunitaria.
Es éste un aspecto de la realidad humana que no hay que descuidar y que permite leer en una óptica de liberación algunas situaciones generalmente experimentadas como limitativas y constrictivas. Algunas prescripciones relativas a la conducta moral, al modo de comportarse en las comunidades, se considerarían en perspectiva diversa si se las leyera a la luz de la liberación de espacios de espontaneidad para las finalidades normalmente sacrificadas en la sucesión de las solicitudes cotidianas. La doctrina sobre la prudencia no es fin de sí misma, no hay que considerarla en absoluto, es homogénea a la propuesta de vida que la inspira y mira a promover el espacio en el cual es posible la connaturalización con el bien y las personas pueden dedicarse con creatividad creciente al pleno seguimiento de su vocación humana y de su misión histórica en solidaridad con todos. Arrancada de este contexto, la prudencia queda privada de su carácter específico y se reduce a una atención puntillosa e improductiva al detalle, que hace mezquina la vida de las personas y asfixiante la de los grupos y las comunidades.
La Prudencia es una Virtud Moral
La Falsa Prudencia
La prudencia se ve comprometida no sólo por la insensatez inconcluyente y ociosa, sino también por toda una serie distinta de actitudes no menos deletéreas, debido a que a menudo tienden a confundirse con expresiones auténticas del obrar. Las falsificaciones (en pintura, en escultura, etcétera) no dejan de ser tales aunque estén realizadas con maestría. Los términos que connotan este contexto, en el cual el engaño es frecuente y que está claramente reprobado en la tradición bíblica, son muy evocativos: astucia, engaño, reticencia, rodeos, fraude, aprensión ansiosa, pávida, posesiva. Los medievales, siguiendo a la Vulgata, que traducía por "prudentia carnis" el fronema paulino (Rom 8,7), connotaban con aquel término todas las percepciones que tratan de colocar el fin en los bienes terrenos en vez de en la comunión con Dios.
Es prudencia mundana la de los intrigantes que, orientados hacia metas temporales injusta y falsamente elevadas al rango de fin supremo, reflexionan y deciden basándose sólo en ellas la conducta cotidiana. Tomás, en virtud del principio según el cual la prudencia es la recta razón en el campo de lo agible, distingue dos pecados que, aunque se oponen a la prudencia, revisten sus apariencias.
El primero depende de que la razón endereza su actividad a un fin que es bueno sólo en apariencia, no en realidad.El segundo depende del hecho de que una persona, para conseguir su fin, sea bueno o malo, se sirve de caminos simulados, fingidos y no verdaderos.
El engaño y el fraude constituyen las formas específicas que asume la astucia cuando pone en práctica el plan meditado. El primero se practica en el enredo de palabras y de hechos, en la vacuidad verbosa y sórdida a que recurren los engañadores y vendedores de humo. El fraude encarna las maquinaciones de los estrategas y los tácticos.
Distinta, aunque convergente en los .resultados, es la aprensión, angustiosa y angustiante, respecto al tener y al futuro. Estas falsas prudencias hunden sus raíces en la deformación que lleva a disociar el tener del ser, a favorecer el primero y a presumir de garantizarse a sí mismo a través del éxito, las riquezas y el poder.
La experiencia confirma lo difundido y pernicioso de esta falsificación, que impide cultivarse como inteligentes y disponibles, y que se manifiesta en las tácticas y estrategias inspiradas en el ansia de la autoconservación, de la avidez de poder, del miedo preconcebido ante lo nuevo y del todavía no, de las manías conservadoras, de todas las actitudes que impiden mantenerse con fidelidad y verdad en la historia y perseguir en una aportación recíproca la realización del bien humano.
Enfrentando la Mentira
Dicen que para todo nuevo comienzo, vendrá un fin. Dicen que la gente teme lo que no comprende. Dicen que el carácter se forma a través de la toma de decisiones difíciles.
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Algo que me falta por comprender, sin embargo, es por qué la gente juzga antes de estar plenamente informada. Entiendo que el temor, los celos y la envidia puedan jugar un papel en ese proceso de pensamiento. Pero, en los tiempos en que vivimos, uno pensaría que la era de “juzgar un libro por su cubierta” estaría cerca de un fin abrupto.
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Con información al alcance de nuestros dedos, ¿qué usa uno como excusa para estar mal informado o desinformado del todo? La respuesta, mis lectores, es la ignorancia.
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Anteriormente les dije que me estoy embarcando en una nueva aventura en mi vida. Se hizo un cambio y lo he aceptado abiertamente. Me he embarcado en la aventura cómo si hubiese estado en mi mano todo el tiempo. Hasta el momento, la experiencia ha sido un cambio bienvenido para mí. Y, con toda franqueza, no puedo recordar un tiempo en mi vida cuando haya estado más feliz y contento. Pero con lo bueno necesitamos aceptar lo malo. Por cada positivo tiene que haber un negativo.
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Un saludable balance de positivos y negativos debe existir para proveerle a nuestra vida una saludable dosis de variedad.
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Esa es la razón por la que, cuando me di cuenta de que uno de los pocos negativos apareció en mi nueva aventura, no me molesté por mucho tiempo. Me di cuenta de que donde vayamos siempre habrá algo con lo que no estamos de acuerdo, una comida que no nos gusta, una persona que no puedes soportar, y cosas que simplemente nunca comprenderemos. No es asunto de opinión; es un hecho.
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Lo mejor que podemos hacer es aceptarlo y avanzar tan rápidamente como sea posible. En mi caso, una dosis de publicidad negativa se me puesto por delante. Sin embargo, no de manera directa, y muy indirectamente. Su propósito es pintar una mala imagen de mí y regar mentiras.
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He aprendido, sin embargo, en los últimos años que la verdad lo conquista todo. Y donde la mentira oscurece, la verdad ilumina; donde las mentiras hieren, la verdad sana; donde las mentiras atrapan, la verdad nos libera. Así, la manera madura y más efectiva de tratar una situación en la que otro riega mentiras sobre uno, les animo que no sea contestando con ira, odio y mentiras, sino con gozo, amor y verdad.
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Porque es el que dice solo la verdad el que gana la guerra. Sin importar lo bueno o lo malo… la verdad es siempre la mejor herramienta para ganar una guerra de palabras, choques de personalidad y conflictos de ego.
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La próxima vez que escuchen algo falso sobre ustedes, no le den importancia. ¡Tenemos cosas más importantes que hacer! Vayamos y acomodemos nuestros calcetines, observemos la pintura secarse, o quedémonos viendo una pared… y les prometo que aquel será tiempo mejor empleado que en preocuparnos sobre afirmaciones falsas, dañinas y negativas. No permitamos que las acciones de otros determinen cómo vivimos la vida.
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Si nos detenemos a pensar acerca de lo que los demás piensan sobre nosotros, no tendremos tiempo suficiente en el día para pensar acerca de nada más.
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Alex Wipper
Fuente: www.motivateus.com
¿Qué Harías?
Estás conduciendo tu carro en una noche de tormenta terrible. Pasas por una parada y ves a tres personas esperando al autobús:
1. Una anciana que parece a punto de morir.
2. Un viejo amigo que te salvó la vida una vez.
3. El hombre perfecto o la mujer de tus sueños.
¿A cuál llevarías en el coche, teniendo en cuenta que sólo puedes llevar a un pasajero en tu carro?
Piensa antes de seguir leyendo…
Este es un dilema ético-moral que una vez se utilizó en una entrevista de trabajo. Podrías llevar a la anciana, porque va a morir, y por lo tanto deberías salvarla primero; o podrías llevar al amigo, ya que él te salvó la vida una vez, y esta sería la oportunidad perfecta de devolverle el favor.
Sin embargo, tal vez nunca vuelvas a encontrar al hombre o mujer de tus sueños…
Piensa antes de seguir leyendo…
El aspirante que fue contratado (de entre 200 aspirantes) no dudó al dar su respuesta. Me encantó y espero poder utilizarlo alguna vez en alguna entrevista.
¿QUÉ DIJO? Simplemente contestó: “Le daría las llaves del carro a mi amigo, y le dejaría que llevara a la anciana al hospital. Yo me quedaría y esperaría al autobús con la mujer de mis sueños.”
Debemos superar las aparentes limitaciones que nos plantean los problemas, y aprender a pensar creativamente, pensar ¿Qué Haría Jesus?
Muchas veces creemos que los problemas no tienen solución y nos resignamos a perder y no luchar, olvidando aquellas palabras que dicen: “Lo que es imposible para el ser humano, es posible para Dios” (Lucas 18:27).
Marcos 9:23
Jesús dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
Filipenses 4:13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece
Agua Sucia
Una alumna de un colegio faltó a clases por una semana y otra compañera empezó a decir que la primera no asistía a clases porque estaba embarazada y se estaba haciendo un aborto.
La maestra escuchó los comentarios y llamó a la muchacha a su oficina y le dijo: “Por favor, tráeme un vaso de agua bien lleno”. La estudiante se lo trajo y a continuación la maestra le dijo: “Tira toda el agua al piso”.
La muchacha titubeó, pero al final obedeció, después de derramada el agua en el suelo, la maestra le dijo: “Ahora, recoge el agua del piso y ponla en el vaso”, “No se puede”, dijo la alumna, la maestra le repitió: “Hazlo”, la alumna con paños y servilletas recogió todo lo que pudo y así llegó a llenar medio vaso de agua la cual estaba sucia.
La maestra le dijo a la alumna: “Así es como ha quedado la fama y el honor de tu compañera”. “Aun cuando quieras reparar el mal que haz hecho, no podrás hacerlo totalmente”. “Sabes, tu compañera faltó a clases porque estaba en el entierro de su padre que falleció hace unos días”.
Santiago 1:19
Esto sabéis, mis amados hermanos. Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar,
Salmos 34:13
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Proverbios 8:7
Porque mi boca hablará verdad, Y la impiedad abominan mis labios
Salmos 35:28
Y mi lengua hablará de tu justicia y de tu alabanza todo el día.
Salmos 49:3
Mi boca hablará sabiduría; Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.
Actitudes de Un Valiente
Admitir que te equivocaste.
Hacer lo que es correcto, aunque los demás no lo hagan.
Hablarle a alguien que no conoces.
Decir “no” cuando otros están tratando de que hagas algo que sabes que no debes hacer.
Decir la verdad y aceptar las consecuencias.
Defender algo en lo que crees, aunque podría significarte el rechazo o el ridículo o incluso un daño físico.
Defender a alguien a quien se considera impopular o inaceptable.
Vivir tu fe con todo tu corazón, tu mente, tu alma, y tu fuerza, sin importar lo que te cueste.
1 Timoteo 4:12
Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza.
1 Pedro 2:21
Porque para esto sois llamados; pues que también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que vosotros sigáis sus pisadas.
Josué 1:9
Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Mira más allá
Se cuenta una historia de una familia pobre que tenía la facultad de tomar todas las cosas por su lado positivo. Una mujer rica se interesó por ayudarlos.
Un día la visitó un vecino de la familia pobre y le dijo a la señora que no les ayudara porque la estaban engañando.
Los niños de aquella familia siempre comen cosas deliciosas, lujos que ni yo puedo permitirme – dijo el vecino, La mujer rica fue a visitar esta familia al mediodía.
Estaba parada junto a la puerta, a punto de llamar, cuando oyó que una de las niñitas le preguntaba a otra:- ¿Te vas a servir carne con puré hoy?
- No, creo que comeré pollo asado – respondió la otra niña. Al oír eso la mujer golpeó la puerta y entró inmediatamente.
Vio a las dos niñas sentadas a la mesa en la que habían unas pocas rebanadas de pan seco, dos papas frías, un jarro de agua y nada más.
A sus preguntas contestaron que imaginaban que su pobre comida era toda suerte de manjares y el juego hacía que la comida les fuera un verdadero festín.- Usted no sabe lo delicioso que es el pan cuando una lo llama torta de frutillas.
- Pero es mucho más rico si lo llamas helado de crema – dijo la otra niña.
La señora rica salió de allí con una nueva idea de lo que significa el contentamiento.
Descubrió que la felicidad no está en las cosas, si no en los pensamientos y nuestra actitud ante las cosas, No pidamos que cambie nuestra suerte, pidamos ser transformados nosotros.
Entonces, veremos que hay bendiciones que nos aguardan en la situación que nos ha correspondido.
1 Tesalonicenses 5
16 .-Estad siempre gozosos. 18.-Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 21.-Examinadlo todo; retened lo bueno.
Habacuc 3
17 Aunque la higuera no florezca,Ni en las vides haya frutos,Aunque falte el producto del olivo,Y los labrados no den mantenimiento,Y las ovejas sean quitadas de la majada,Y no haya vacas en los corrales; 18 Con todo, yo me alegraré en el Señor,Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Agradecimiento especial por su aporte para Cristian Romero .-Costa Rica.-
Persevera
Hace unos años, a un hombre en sus sesentas le fue ofrecido $200,000 dólares americanos por su motel, restaurante y gasolinera que había construido a través de toda su vida. Rechazó la oferta porque no quería jubilarse.
Dos años después, cuando tenía 65 años de edad, construyeron una autopista que desvió el tráfico de donde estaba su negocio y, como consecuencia, perdió todo.
La mayoría de personas a su edad hubieran tirado la toalla. Pero no este hombre. El sabía como cocinar pollo, así que tomó su viejo y deteriorado carro y empezó a viajar por todos los Estados Unidos, intentando vender su receta de pollo a otros restaurantes.
Su recorrido fue difícil. He oído que su receta fue rechazada por más de 1,000 restaurantes hasta que, por fin alguien la quiso. A pesar de sus obstáculos, el hombre siguió hacia su meta y dentro de unos pocos años, había empezado una cadena de restaurantes por todo el país y por todo el mundo llamado Kentucky Fried Chicken. ¿Su nombre? Coronel Sanders.
El que persevera Alcanza..!
Una frase muy repetida, pero cuantas veces simplemente pasamos por alto el peso de esta verdad…
muchos de nososotros tiramos la toalla y nos rendimos al primer intento fallido de nuestros proyectos de vida, metas, negocios, relaciones, estudios, etc.
Levantate hoy y realza vuelo, no te des por vencido en el primer fracaso, segundo o tercero… Alguna vez escuche la sig: frase “Nuestra mayor gloria no está en no haber caído nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos.”
Maravilloso Saber que tenemos un Padre fuerte que no nos deja solos y nos sotiene con Su diestra. Recuerda que el verdadero “Exito” en los dias que nos ha tocado vivir se encierra en “buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” (Mateo 6:33)
Isaías 26:3
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
Santiago 1:25
Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
2 Crónicas 26:5
El Rey Uzías: “Persistió en buscar a Dios, el cual era entendido en visiones de Dios; y en estos días en que buscó al Señor, él le prosperó”
Filipenses 4:13
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
Calma..!
Después del 11 de septiembre, una compañía invitó a los miembros que quedaban de otras compañías que habían sido afectadas por el ataque de las Torres Gemelas, para compartir su espacio disponible de oficina.
En una reunión de la mañana, el jefe de seguridad contó historias de por qué esta gente estaba viva … y todas tenían que ver con pequeños detalles, como habrán oído:
*Al director de la compañía se le hizo tarde porque era el primer día del kinder de su hijo.
*Otro compañero estaba vivo porque le tocaba llevar los donuts.
*Una mujer se retrasó porque su despertador no sonó a tiempo.
*A uno se le hizo tarde porque se quedó atorado en la carretera en la que había un accidente.
*A otro se le fue el autobús.
*Alguien le tiró comida encima y tuvo que tomarse el tiempo para cambiarse .
*Uno tuvo un carro que no arrancó.
*Una se regresó a contestar el teléfono.
*¡Otra tuvo un bebé!.
*Otro no consiguió un taxi.
*El que más me impresionó fue un señor que se puso un par de zapatos nuevos esa mañana, pero antes de llegar al trabajo le había salido una ampolla. Se detuvo en la farmacia por un curita. Por eso está vivo hoy.
Ahora, cuando me quedo atorada en el tráfico… pierdo un elevador… me regreso a contestar un teléfono … todas esas cosas que me desesperan, pienso: Este es el lugar exacto en el que Dios quiere que esté en este preciso momento.
La próxima vez que tu mañana te parezca enloquecedora … los niños se tarden en vestirse … no logras encontrar las llaves del coche… te topas con todos los semáforos en rojo… no te enojes ni te frustres; Recuerda que Dios está trabajando cuidándote.
Que Dios siga bendiciéndote con todas esas pequeñas cosas desesperantes y que logres recordar el propósito que tienen!!
1 Pedro 5:7
Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Deuteronomio 11:12
Tierra de la cual el Señor tu Dios cuida: siempre están sobre ella los ojos de tu Dios, desde el principio del año hasta el fin de él.
Romanos 5:3
Y no sólo esto, más aún nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia;
Agradecimiento especial por su aporte para Carlos Salazar, Panamá.
El Engaño y La Mentira
El Señor nos enseña a desechar la mentira y el engaño en todas sus variantes y formas.
1ª Pedro 2:1 “Desechando pues toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias y todas las detracciones”
Esto incluye:
Falso testimonio, engaño, hipocresía, exageración, calumnias, deshonestidad, fingimiento, incumplimiento, fraudes, falsificación, excusas, doble vida, pecado encubierto, disimulos.
Debemos desecharlas de todas las áreas de nuestra vida, ya sea en el hogar como en el trabajo, con los amigos, la iglesia, la escuela, es decir de todo ámbito y relación.
Nuestra conducta debe caracterizarse por la honestidad, la honradez, la integridad, la sinceridad, la transparencia y la veracidad.
Una sociedad asentada sobre el engaño
Una sociedad asentada sobre la mentira y el engaño está destinada a desmoronarse.
CAUSAS Y EJEMPLOS DEL ENGAÑO Y LA MENTIRA
Génesis 3: 4 Satanás engaña a Eva para poder destruirla.
Génesis 4: 9 Caín miente a Dios para ocultar su pecado.
Génesis 12: 11 Abraham miente ante el Faraón por temor a que lo maten.
Génesis 27 Jacob engaña a su padre Isaac, para quedarse con la bendición de Esaú.
Génesis 37: 32 Los hermanos de José engañan a su padre Jacob para ocultar su maldad.
Mateo 2:1-12 Herodes engaña a los magos para poder matar a Jesús.
Mateo 26: 59 Los judíos acusan falsamente a Jesús por celos.
Lucas 23: 2 Los judíos acusan a Jesús por celos y odio.
Hechos 5 Ananías y Safira mienten a Pedro y a la iglesia para mostrar una mayor consagración ante los demás.
TAMBIÉN SE SUELE MENTIR POR LAS SIGUIENTES RAZONES
Para obtener injustas ventajas económicas, ganancias deshonestas o para robar a otros.
para evitar el sufrimiento.
para exaltarse a uno mismo.
para evitar un castigo o disciplina.
por avaricia o amor al dinero.
para humillar a otros, por causa de celos o envidia.
para aparentar lo que no se es.
3. Dios prohíbe y condena el engaño y la mentira
No debemos engañar, mentir ni jurar falsamente.
Levítico 19: 11-12 “No hurtaréis y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro. Y no juraréis falsamente por mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo Jehová”
Dios abomina y destruirá al mentiroso y engañador.
Salmo 5: 6 “Destruirás a los que hablan mentira, al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová”
Dios aborrece la mentira y la falsedad.
Prov. 6: 16-19 Seis cosas aborrece Jehová y aun siete abomina su alma: los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras y el que siembra discordia entre hermanos”
Prov. 12: 22 “Los labios mentirosos son abominación a Jehová, pero los que hacen verdad son su contentamiento”
Dios abomina las pesas y medidas falsas.
Prov. 20:10 Pesa falsa y medida falsa, ambas cosas son abominación a Jehová.
Las mentiras corrompen al hombre.
Mateo 15:18-20 “Lo que sale de la boca, del corazón sale y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre” (Mateo 7:21-23)
La mentira es la esencia del mismo diablo.
Juan 8: 44 “Vosotros sois de vuestro padre el diablo y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso y padre de mentira”
El engaño y la mentira evidencian la degradación del hombre.
Prov. 26: 24-28 “El que odia disimula con sus labios, más en su interior maquina engaño. Cuando hablare amigablemente, no le creas, porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque su odio se cubra con disimulo, su maldad será descubierta en la congregación”
“El que cava foso caerá en él y al que revuelve la piedra, sobre él le volverá. La lengua falsa atormenta al que ha lastimado y la boca lisonjera hace resbalar”
(Salmo 58: 3, 62: 4, Jeremías 9: 3-6, Ro. 1: 28-32)
Son manifestaciones del viejo hombre que debemos desechar.
Colosenses 3: 9 “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos”
(Efesios 4: 22-25, 1ª Pedro 2: 1)
El engaño hace infeliz a quien lo practica.
1ª Pedro 3: 10 “El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño”
Jesús aborrece y condena la hipocresía.
Mateo 15:7-8 Hipócritas, bien profetizó Isaías cuando dijo: Este pueblo de labios me honra, más su corazón está lejos de mi”(Mateo 23: 27-28)
Los apóstoles amonestan contra el fingimiento.
Romanos 12: 9 “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno”
(1ª Pedro 1: 22)
Los mentirosos serán condenados al fuego eterno.
Apocalipsis 21: 8 “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre que es la muerte segunda” (Ap. 21: 27 y 22: 14-15)
SIEMPRE DEBEMOS HABLAR LA VERDAD
La posibilidad de comunicar la verdad constituye la virtud esencial de la palabra hablada. El que dice la verdad, se vuelve digno de confianza.
Pero para hablar la verdad, es necesario pensar la verdad y no guiarnos por prejuicios, intereses personales, ilusiones o fantasías.
CRISTO NUESTRO EJEMPLO
Isaías 53: 9 “No hubo engaño en su boca”
1ª Pedro 2: 22
Juan 18: 37 “Yo para eso he nacido y para eso he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz”
1ª Juan 5:20 “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero, y estamos en el verdadero en su Hijo Jesucristo”
Cristo el Señor nos ordena ser absolutamente veraces “vuestro sí sea sí y vuestro no sea no” (Mt.5: 37).
Está preparando para sí una iglesia sin mancha ni arruga (Ef. 5: 27).
Como discípulos suyos y parte de su cuerpo, debemos ser absolutamente veraces, sinceros, honestos, honrados, aun cuando eso signifique sufrir, por hacer su voluntad (1ª Pedro 4: 15-19, 3: 17, Proverbios 19: 22)
El pueblo de Dios debe:
Aborrecer la mentira y falsedad.(Sal. 119:104,128,163, Prov.13:5)
Orar para ser guardados (Sal. 119:29, Prov. 30:8)
Rechazar a los que practican la mentira y la falsedad (Sal.40:4, 101:7, 144:11, Ef.5:11, Ro. 16: 17)
¿CÓMO SER LIBRES DE LA MENTIRA Y DEL ENGAÑO?
Arrepentimiento:
Cambiar nuestra actitud y mentalidad con respecto a la mentira y el engaño.
Rechazar y desechar la mentira. Desterrarla de nuestra vida.
Determinar obedecer a Dios y vivir basados en la verdad en todas
las cosas.
Disciplinarnos hasta desarrollar una nueva actitud basada en la
honestidad y la veracidad.
Confesar nuestro pecado:
(Prov. 28: 13-14, 1ª Juan 1: 9, 2:1) Toda mentira es pecado y debe ser debidamente confesado, aclarando la verdad a Dios y a las personas engañadas.
Cuando la mentira constituye un vicio arraigado en nuestra manera de vivir, debe ser confesado a un hermano maduro y responsable, en busca de reorientación y mayor entendimiento (Santiago 5: 16)
No se puede edificar una vida de veracidad sobre las mentiras y engaños del pasado.
Exhortarnos unos a otros:
(Stg. 5: 19-20, Gál. 6: 1-2, Ef. 4: 25) Como este pecado afecta a las relaciones entre hermanos, somos responsables los unos por los otros para corregir, amonestar, enseñar, etc.
Juan 3: 20-21 “Todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad, viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios”
RESUMEN
Cristo nos ordena ser absolutamente veraces y desechar la mentira en todas sus formas:
(engaño, falso testimonio, hipocresía, fingimiento, exageración, calumnia, deshonestidad, fraude, incumplimiento injustificado, falsificación, disimulo) y en todas las áreas de nuestra vida, aun cuando eso signifique sufrimiento por hacer su voluntad. toda mentira debe ser confesada, aclarando la verdad a las personas afectadas. El destino de los mentirosos es el infierno.//
© Miguel Rosell
www.centrorey.org
La Falsa Ética de la Mentira
La veracidad consiente el dinamismo creador de la verdad en la persona y en la sociedad; la mentira interfiere en él, impidiéndolo o descomponiéndolo con sentido negativo. La mentira no representa, de ninguna manera, una posibilidad, sino una mistificación que la conciencia humana y cristiana estigmatiza y prohíbe como un mal y un vicio: "No mientas".
1. PERSPECTIVA ANTROPOLÓGICA. El hombre vive una íntima tendencia a la verdad. Una vez alcanzada, reconocida, no lo deja indiferente.-es decir, libre para adherirse o nó a ella-,,sino que crea por sí misma una fidelidad. Reconocimiento de la verdad y fidelidad a la verdad forman una unidad, éticamente indisociable. La mentira interviene en esta unidad rompiéndola; es infidelidad a la verdad, su desconocimiento ético [l Verdad veracidad I, 1].
El hombre es fiel a la verdad en la "palabra según verdad" que él pronuncia para si mismo y para los demás. Ante todo para sí mismo, porque es la primera relación, la relación interior consigo mismo. Por esto la primera mentira es la simulación o disimulación de la verdad a sí mismo, según un proceso de "acomodación" más o menos reflejo de la verdad, que se encuentra. en el origen de tantos engaños que el hombre no consigue ya o no es capaz nunca de confesarse a sí mismo. Por eso toda mentira es siempre un "autoengaño" que disocia a la persona en sí misma. Esta no está ya confirmada y reconciliada por la verdad, sino alienada por la imagen que tiende a acreditar de sí y de la realidad.
La mentira, además, atenta contra el significado propio de la palabra de ser signo manifestativo del pensamiento interior. Ninguna interioridad es transparente por sí misma, sino por la mediación simbólica del lenguaje. Éste tiene como finalidad intrínseca ser vehículo del pensamiento. La mentira interfiere en esta finalidad, expropiando al lenguaje de su propia e intrínseca función de signo e instrumentalizándolo para fines que le son extraños. En ella la palabra no está al servicio de la verdad, sino del interés.
La mentira, finalmente, traiciona la confianza y la promesa que toda palabra-signo significa para el otro, con efectos socialmente destructores. Toda comunidad y sociedad procede del encuentro libre de personas que se comunican, abriéndose mutuamente en la verdad del propio pensamiento. La palabra, pronunciada o expresada de cualquier manera, es un acto de mutua confianza, instauradora de relaciones humanas. Comunicar es dar fe a la palabra. Toda mentira atenta contra este crédito de la palabra. Viola la promesa que toda palabra significa para el destinatario, lo induce a error, desviándolo para placer propio e hiriéndole en su dignidad de persona. Toda mentira es un abuso de confianza, que aleja a las personas y alienta la ruptura de los vínculos sociales. La mentira engaña al otro, con consecuencias socialmente envilecedoras, contagiosas e involutivas.
"Envilecedoras": el otro -sobre todo el más pequeño, el más indefenso- sufre inconscientemente el engaño, y de esa manera es manipulado y condicionado. "Contagiosas": el otro, descubierto el engaño, simula o se enmascara a su vez, respondiendo a la falsedad con la falsedad. "Involutivas": desvelado el embrollo o el engaño, el otro sufre una decepción, se recluye en sí mismo, desconfía de la sociedad. En todo caso y en cualquier forma que se exprese, la mentira atenta contra la comunidad humana, convirtiéndose en factor de desunión.
2. PERSPECTIVA BÍBLICO-TEOLÓGICA. Criatura y compañero, dentro de la alianza; de un Dios que en sí mismo es émeth, verdad que se manifiesta en el don del amor creador y liberador, el hombre es constituido en la verdad y llamado a una fidelidad de lealtad que no tolera doblez alguna: "Los labios mentirosos los abomina el Señor, que se complace en cuantos actúan con sinceridad" (Prov 12,22). De ahí la exigencia prescriptiva de la ley: "No mintáis, no os engañéis unos a otros" (Lev 19,11; cf Ex 23,7; Si 7,13-14), apoyada en la oración: "Aleja de mí la falsedad y la mentira" (Prov 30,8).
Este ser de la verdad y en la verdad de Dios se realiza de un modo supremo en la personificación en un hombre nuevo en Cristo, "creado según Dios en la justicia y en la santidad de la verdad" (Ef 4,24). Por lo cual la incompatibilidad entre mentira y vida cristiana es reflejo operativo de la contraposición ontológica entre hombre viejo y hombre nuevo: "No os engañéis mutuamente, ya que os habéis despojado del hombre viejo y os habéis revestido del hombre nuevo" (Col 3,9-10).
De la razón "personalista" se ha derivado la "ecleslal": "Por eso, apartaos de la mentira; decid cada uno la verdad al prójimo, para que seamos miembros los unos de los otros" (Ef 4,25). El vínculo que une a los miembros entre sí haciendo de ellos "un solo cuerpo en Cristo" es una "caridad sin ficción" (cf Rom 12,4-9).
En esta oposición consciente y activa a la mentira, el cristiano se inspira en el ejemplo de lealtad perfecta de Cristo, que reprueba y desenmascara toda falsedad e hipocresía (cf Mt 23,27-28). Y tiene la conciencia de la fe: así como el que dice y atestigua la verdad es de Dios (cf 1Jn 3,9.19; Jn 18,37) y participa de la herencia de la gloria de Cristo (cf Ap 14,15), del mismo modo el que miente y finge está en la órbita de atracción y acción del maligno, por sí mismo "mentiroso y padre de la mentira" (cf Jn 8,44) y está fuera del reino de Dios (cf Ap 21,27; 22,15).
En la teología de Juan mentira, tinieblas y muerte se implican mutuamente en su oposición a verdad, luz y vida. La veracidad sustrae del poder maléfico y mortal de la mentira, abriendo la posibilidad de la luz y de la vida que aporta la verdad.
3. PERSPECTIVA HISTÓRICA. La doctrina tradicional considera la mentira como "lenguaje contrario al propio pensamiento, con voluntad de engañar". Para que exista una mentira en sentido ético-formal, la oposición debe ser con el propio pensamiento (con la verdad interior), no con la realidad o con los hechos (con la verdad objetiva). Por lo tanto, una afirmación conforme con el propio pensamiento pero contraria a la realidad no es formalmente una mentira; el que afirma se equivoca, no miente. E, inversamente, una afirmación contraria al propio pensamiento, pero conforme con la realidad es formalmente una mentira; quien afirma miente, aunque, sin querer, diga materialmente la verdad.
En la definición de la mentira entra también la voluntad de engaño: "La mentira es una comunicación (significado) falsa ,unida a la intención de engañar" (SAN AGUSTIN, Contra mendacium, 26: PL 40,537). Pero, precisa santo Tomás, la intención de engañar (voluntas fallendi) entra como elemento no esencial en cuanto "pertenece a la perfección, y no a la esencia de la mentira". De forma que ésta queda ya calificada moralmente por la falsedad formal, es decir, por la simple voluntad de decir lo que es falso, de expresar algo contrario al propio pensamiento (cf S. Th., II-II, q. 110, a. 1). De ahí la concepción común de la mentira como "locutio contra mentem".
Por razón de la diversidad de motivación, a partir de santo Tomás (cf ib, a. 2) se ha distinguido la mentira en: "jocosa", dicha por diversión; para muchos no se trata de una mentira propiamente, porque por el contexto resulta evidente que no se quiere afirmar lo que se dice, sino divertir simplemente; "oficiosa", dicha por necesidad: para evitar un mal o procurar un bien; "perniciosa", dicha para hacer daño a alguien.
En torno a las reflexiones de san Agustín y de santo Tomás se ha agrupado la doctrina tradicional sobre la intrínseca inmoralidad de la mentira; según ella, la mentira es siempre un mal que hay que evitar, porque por sí misma se opone a la verdad, contradice la finalidad propia de la palabra, destruye la convivencia social y está condenada en la Sagrada Escritura. Esta doctrina es apoyada por la mayor parte de los Padres y de los teólogos y caracteriza de forma clara y continua la tradición eclesial, aunque no existe una definición del magisterio. Fuera del ámbito teológicoeclesial ha tenido algunos eminentes defensores, como Cicerón en la antigüedad y Kant en la época moderna.
A lo largo de esta tradición se ha constituido una tendencia minoritaria que trata de legitimar la mentira en los casos en que decir la verdad puede traer graves consecuencias a alguien. Entre los Padres: Clemente de Alejandría, Orígenes, san. Juan Crisóstomo, san Hilario, Casiano. El mismo san Agustín experimentó vivamente estos casos: "La cuestión de la mentira -escribe- es difícil y frecuentemente nos angustia en nuestra actividad cotidiana" (De mendacio 1, 1: PL 40,487). Entre los teólogos medievales: Guillermo de Auxerre, Alejandro de Hales y san Buenaventura.
Con el advenimiento de la era moderna, que ha desarrollado la atención al sujeto y a las relaciones sociales, se ha abierto camino otra concepción de la mentira como "rechazo de la verdad debida". La atención se traslada aquí de la relación palabra-pensamiento a la relación palabra-destinatario; la esencia de la mentira se determina subjetivamente, ya no objetivamente, por el derecho del interlocutor a la verdad. Con la disminución de tal derecho la mentira se haría lícita. En este caso ya no existiría formalmente una mentira, sino un "falsiloquio"; una mentira en sentido sólo material o psicológico, no ético-formal. Esta teoría, que se remonta al calvinista H. Grozio (1583-1645) y se desarrolló en el ámbito protestante y jurídico, ha comenzado a encontrar consenso recientemente también entre los católicos.
Decir y Vivir en la Verdad
EFESIOS 4:25 ”Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros”.
En el mundo entero, muchas personas se han levantado proclamando tantas “verdades”, que la gente ya no sabe dónde está la “verdad verdadera”. Vivimos en un mundo rodeado y colmado de mentiras, donde aún las que se consideran supuestas verdades son rotundas mentiras.
Por otro lado, existen las llamadas medias verdades o mentiras piadosas, las cuales no dicen totalmente la verdad ni son mentiras en su totalidad.
Esta forma de expresión ha inundado prácticamente todos los sectores de la sociedad, inclusive a los cristianos. Muchas veces para salir de situaciones embarazosas se utilizan mentiras piadosas; para obtener beneficios laborales o mejoras económicas y muchos no tienen la menor duda de utilizar cualquier clase de mentira. Para muchos decir la verdad les resulta meterse en problemas.
Como cristianos, si deseamos caminar obedeciendo la Palabra de Dios, tenemos un sólo camino que no sólo es decir la verdad sino vivir en la verdad. A medida que Cristo, la Verdad, vaya gobernando cada área de nuestras vidas nos deleitaremos más y más en vivir y hablar la verdad.
Todo lo que está basado en la mentira nunca podrá tener la aprobación del Señor, ni las “mentirillas piadosas” jamás podrán contar con el aplauso del cielo. Si somos cristianos de verdad entonces solo nos queda un sólo camino: Andar en la verdad.
Decide en este tiempo a empezar a vivir como Cristo anduvo, y verás como tus situaciones difíciles comenzarán a tomar un nuevo rumbo bendecido.
ORACION: Señor, te pido en este día limpies mis labios de toda mentira o medias mentiras, pues ellas lo único que hacen es destruir mi vida y mi integridad. Ayúdame a vivir en la verdad y a ser un portador de Tú Verdad. Por Cristo Jesús, amén.
Saliendo del Mundo de las Mentiras
John Milton, poeta inglés, dijo en una oportunidad: “La mente puede hacer por sí misma un paraíso del infierno, o un infierno del paraíso”
Es una verdad que pueda estar pasando en tu vida, tú puedes estar creando un infierno en el paraíso, ¿cuáles son las mentiras que estas creyendo? ¿Cuáles mentiras has vivido o estás viviendo?
Esas mentiras se alojan en tu mente, la mentira es un enemigo muy sutil que necesita ser confrontado a diario. La mentira influye en nuestro diario vivir y determina nuestro pensar, sentir y actuar. Tu puedes estar viviendo un mundo de mentiras y no saberlo. ¿Cómo es eso?
Un día alguien te dijo que eras un bueno para nada, que nunca ibas a lograr nada y lamentablemente, le creíste y no te atreves a realizar grandes cosas porque has vivido con una mentira.
Un día alguien te auguró que serías un fracaso… y lamentablemente, fracasaste y ahora ves que todo sale mal.
Un día alguien te dijo que eras bruto…y te lo creíste.
Un día alguien te trató como si fueras un animal…, le creíste y comenzaste a actuar como un animal.
Un día alguien se burló de tus sueños, te dijo que no creía que podías hacerlo y te miró como si estuvieras delirando… y lamentablemente, le creíste y te olvidaste de tus sueños.
Un día alguien definió a la vida como aguantar, luchar y sobrevivir… y lamentablemente, le creíste, no colocaste límites y ahora abusan de ti.
Un día alguien te dijo que todo lo malo que te estaba pasando era porque hay algo malo en tu vida y Dios no está contento con tu vida, y tú le creíste.
Mentiras como estas y otras mentiras que quizás comentaremos en otra oportunidad va arraigándose en tu mente. Y sin darte cuenta, esas mentiras toman posición en tu corazón. Y luego de adaptarse, llegan a controlar toda tu vida. Quizá sin ser conciente de ello, porque la mentira es muy sutil, comenzaste a aceptar dócilmente estas limitaciones y te estás perdiendo de vivir en el paraíso.
Jesús dijo: Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. (Juan 10:10B) NVI
La mentira parece ser poderosa, se dice que puede dar casi la vuelta al mundo mientras que la verdad aun esta poniéndose los zapatos, pero la verdad, es que la verdad es más poderosa.
Jesús dice: y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:32 NVI
Amigo, quizás te acostumbraste a esas mentiras, ha sido tanto tiempo que permitiste que echaran raíces y te dejaste atrapar y te llenaste de limitaciones. Hoy es el mejor día para salir del mundo de las mentiras y es con la Verdad.
Y usted pregunta: ¿Cuál es la verdad que voy a vivir?
Es cierto que usted quizás ha vivido muchas mentiras, pero hoy tú puedes elegir la verdad, puedes comenzar a vivir la vida maravillosa que Dios te ha dado. El pasado es historia, es cenizas, mientras que el futuro todavía no llega.
Hoy estás vivo, estás lleno de posibilidades, dones, talentos, recursos que hasta ahora no habías visto por estar quejándose o lamentándose se hacen manifiestos y solo porque decidiste cambiar tus pensamientos de mentiras por los pensamientos de verdad, soy quien la Biblia y Dios dice que soy.
Dios te sigue viendo como una de sus creaciones más bellas y grandes, hay un sinfín de oportunidades a tu alrededor que sólo necesitan que las veas y las aproveches. Dios no nos dio el poder de ver las cosas como son, son como las vemos. ¿Qué estas viendo hoy en tu vida? ¿Qué estas viendo hoy en tu hogar? ¿Qué estas viendo hoy en tu trabajo? Dios te ha llamado para que seas el protagonista de tu vida. ¿Cómo quieres que sea el final de tu vida?
Amigo, no seas vencido con la mentira, vence con la verdad. Siempre actúa en dirección contraria a cada una de las mentiras que te has creído durante años. Alégrate en la sencilla y profunda verdad de ser una creación de Dios, de ser un ganador, mas que vencedor. Sal del mundo de las mentiras y ven a vivir al mundo de la verdad a experimentar la libertad.
Señor, enséñanos a atender tu Palabra y a poner toda nuestra confianza en ti para que podamos experimentar la verdad que sólo tú puedes traer. Amén.
No Mientas Más...
Muchas de las veces cuando venimos
al Señor, pensamos que la vida sera mas facil,
que no habra mas problemas y que todo sera
dicha y felicidad, una vida totalmente resuelta.
Nada de que preocuparnos porque El hara todo por nosotros sus hijos.
Otras veces nos convertimos en personas muy religiosas, hacemos malo lo que no es, nos es facil juzgar a otros por sus faltas y peor aun decidimos quien ira al cielo y quien no, como si eso dependiera de nosotros; podemos apoyar la mentira en alguna circunstancia segun sea necesario y no solo eso decimos que fue piadosa, o tambien las pintamos de colores siendo el favorito "mentirillas blancas".
Mientras que la palabra de Dios es muy clara en ese sentido:
"Pero los cobardes e incredulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idolatras y todos los mentirosos tendran su parte en el lago que arde con fuego y azufre que es la muerte segunda" Apocalipsis 21:8
Sin embargo en ocasiones se nos hace facil mentir, pero muy dificil perdonar al asesino siendo que para Dios tiene el mismo peso el pecado del asesino como el del mentiroso.
Dice Galatas 6:1 "Si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales restauradle con espiritu de mansedumbre, no sea que tu tambien seas tentado".
En otras palabras, no lo critiques, ni lo juzgues pero con amor ayudale a restaurarse.
"Efesios 4:25 Por lo cual desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su projimo; porque somos miembros los unos de los otros."
El enemigo traera pensamientos a nuestra mente (pues no olvidemos que es el padre de mentira) para convencernos que es mejor no decir nada, que nadie se dara cuenta, hasta convencernos pero no es asi, dice el Señor en "Marcos 4:22 que "no hay nada oculto que no haya de ser manifestado", esa pequeña mentira "blanca o piadosa" tarde o temprano se convertira en una enorme bola de nieve, pues una traera a la otras y asi hasta que no pueda parar, es entonces cuando su color se tornara "negro".
EN SU SENTIDO MÁS AMPLIO, el noveno mandamiento condena todo tipo de mentira, pero especialmente la que tiene el propósito de engañar para dañar a las personas o su reputación. A veces, cuando en la Biblia se condena el falso testimonio, se menciona también la mentira: «Cunden, más bien, el perjurio y la mentira» (Oseas 4: 2); «Cuando abren la boca, dicen mentiras; cuando levantan su diestra, juran en falso» (Sal. 144: 11).
Se nos dice: «La mentira acerca de cualquier asunto, todo intento o propósito de engañar a nuestro prójimo, están incluidos en este mandamiento. La falsedad consiste en la intención de engañar. Mediante una mirada, un ademán, una expresión del semblante, se puede mentir tan eficazmente como si se usaran palabras. Toda exageración intencionada, toda insinuación o palabras indirectas dichas con el fin de producir un concepto erróneo o exagerado, hasta la exposición de los hechos de manera que den una idea equivocada, todo es mentir. Este precepto prohíbe todo intento de dañar la reputación de nuestros semejantes por medio de tergiversaciones o suposiciones malintencionadas, mediante calumnias o chismes. Hasta la supresión intencional de la verdad hecha con el fin de perjudicar a otros, es una violación del noveno mandamiento» (Patriarcas y profetas, pp. 317, 318).
Hay otras cosas que también están incluidas en el espíritu de este mandamiento: «Estas palabras condenan todas las frases e interjecciones insensatas que rayan profanidad. Condenan los cumplidos engañosos, el disimulo de la verdad, las frases lisonjeras, las exageraciones, las falsedades en el comercio, que prevalecen en la sociedad y en el mundo de los negocios. Enseñan que nadie puede llamarse veraz si trata de aparentar lo que no es o si sus palabras no llevan el verdadero sentimiento de su corazón» (El discurso maestro de Jesucristo, p. 60).
Meditemos: «Una mirada, una palabra, aun el tono de la voz, pueden estar henchidos de mentira, penetrar como una flecha en algún corazón, e infligir una herida incurable» (Joyas de los testimonios, t. 2, p. 20).
La simulación
El Señor aborrece a los de labios mentirosos, pero se complace en los que actúan con lealtad (Prov. 12: 22).
HAY OTRAS FORMAS DE MENTIR que están condenadas en el noveno mandamiento. Notemos esto: «Ser cristiano ocasionalmente, ser devoto de vez en cuando, es un gran falacia, una mentira viviente» (Alza tus ojos, p. 211). Cuando pretendemos ser cristianos y tratamos de engañar a la gente, estamos actuando con engaño.
El engaño y la mentira traen su propio castigo. Durante la conquista de Canaán, ocurrió un incidente interesante que ilustra cómo Dios aborrece la mentira. Una de las ciudades importantes vecinas de Jericó y Hai, era Gabaón. Ante la posibilidad de que fueran conquistados, como ya lo habían sido otras ciudades, los gabaonitas mintieron para hacer un pacto de paz con Israel. Pensaban que los israelitas iban a destruir a todos los habitantes de Canaán. Por lo tanto, enviaron emisarios que aparentaban venir de muy lejos, y de esta manera lograron que los dirigentes israelitas les prometieran que serían sus aliados. Cuando los israelitas se dieron cuenta de que eran gabaonitas que vivían cerca, se llenaron de indignación. El resultado fue que los gabaonitas fueron convertidos en aguateros y leñadores para el santuario en las siguientes generaciones (Jos. 9). Los gabaonitas tuvieron éxito en su misión, pero los resultados de su mentira los persiguieron hasta el fin. Si hubiesen actuado con la verdad, su destino habría sido muy diferente, como estaba delineado en Levítico: «Cuando algún extranjero se establezca en el país de ustedes, no lo traten mal. Al contrario, trátenlo como si fuera uno de ustedes. Ámenlo como a ustedes mismos» (Lev. 19: 33, 34). Pero por su mentira cosecharon resultados muy distintos. Notemos: «Ser hechos leñadores y aguadores por todas las generaciones no era poca humillación para aquellos ciudadanos de una ciudad real, donde todos los hombres eran “fuertes”. Pero habían adoptado el manto de la pobreza con fines de engaño, y les quedó como insignia de servidumbre perpetua. A través de todas las generaciones, esta servidumbre iba a atestiguar el aborrecimiento en que Dios tiene la mentira» (Patriarcas y profetas, pp. 541, 542).
La herida
Siendo niño pertenecí al Movimiento Scout. Ahí nos enseñaban, entre otras cosas, la importancia de la “Buena Acción” que consistía en realizar todos los días actos generosos y nobles, como recoger algún papel en la calle y botarlo en la papelera, ayudar en la casa a lavar platos, cuidar la fauna y la flora, ayudar a alguna persona anciana o impedida a cruzar la calle, etc. Me gustaba mucho cumplir esa tarea.
Un día caminaba por una calle de la ciudad y vi a un perro tirado en plena vía sin poder moverse. Estaba herido, un carro lo había atropellado y tenía rotas las dos patas traseras, los vehículos le pasaban muy de cerca y mi temor era que lo mataran porque era imposible que él solo pudiera levantarse.
Vi allí una gran oportunidad para hacer la “Buena Acción” y como buen Scout detuve el tráfico, me dispuse a rescatar al perro herido y ponerlo a salvo para entablillarle las patas. Yo nunca había entablillado a nadie pero el “Manual Scout” decía cómo hacerlo. Con mucho amor y entrega me acerqué, lo agarré pero me clavó los dientes en las manos. Inmediatamente me llevaron a la Sanidad y me inyectaron contra la rabia, aunque la rabia por la mordida no se me quitó con la vacuna.
Durante mucho tiempo no entendí por qué el perro me había mordido si yo sólo quería salvarlo y no hacerle daño, no sé que pasó y no me lo pude explicar. Yo quería ser su amigo, es más, pensaba curarlo, bañarlo, dejarlo para mí y cuidarlo mucho. Esta fue la primera decepción que sufrí por intentar hacer el bien, no lo comprendí. Que alguien haga daño al que lo maltrata es tolerable, pero que trate mal a quien lo quiera ayudar no es aceptable.
Pasaron muchos años hasta que vi claro que el perro no me mordió, quien me mordió fue su herida; ahora si lo entiendo perfectamente. Cuando alguien está mal, no tiene paz, está herido del alma y si recibe amor o buen trato: ¡Muerde! Pero él no hunde sus dientes, es su herida la que los clava.
Comprende el malestar de las personas que te rodean. Cuando alguien te grita, te ofende, te critica o te hace daño no lo hace porque te quiere mal sino porque está herido, está herido del alma, se siente mal o algo malo está pasando por su vida. No te defiendas ni lo critiques, mas bien compréndelo, acéptalo y ayúdalo. Ahora lo entiendo.
Salmos 147:3 ” El sana á los quebrantados de corazón, Y liga sus heridas.”
Contradicciones
Hace algún tiempo escuché una de las frases más contradictorias que jamás haya oído. Mientras estaba en un café, leyendo y preparando los últimos detalles para mi ponencia en una convención, la letra de una canción pegadiza captó mi atención.
“Turf”, conjunto musical argentino de creciente fama, coreaba: “para saber lo que es amar hay que perder la libertad, y para mí eso no se llama amor…”.
¿Eh? ¿Cómo? ¿Escuché bien? Juego de palabras; análisis semántico; interpretación libre… llámelo como usted desee. Pero para mí se trata, ni más ni menos, que de una total, deliberada y consciente contradicción.
Es que en todos los ámbitos ocurre algo similar:
Sabemos que la honestidad es el camino, pero muchas veces optamos por permitirnos “pequeñas” concesiones… (que en el fondo son “pequeñas corrupciones).
Conocemos el valor de invertir tiempo en nuestras familias, pero estamos “tan atareados” que utilizamos nuestras casas como si fueran meros “hoteles” de paso…
Entendemos que para alcanzar grandes objetivos hay que sacrificarse, pero en incontables ocasiones preferimos el hedonismo, alcanzando sólo “placeres” inmediatos…
Comprendemos que el amor es una decisión, pero vez tras vez lo disfrazamos de pasiones y sentimientos volátiles, accediendo a satisfacciones pasajeras sin llegar a disfrutar el gozo que produce la fidelidad y la entrega permanente…
En fin, por lo general sabemos qué es lo mejor para nuestras vidas, pero de manera muy frecuente nos contentamos con “jugar a la existencia”, postergando nuestros sueños, transando nuestras ilusiones y frustrando nuestros destinos.
Hoy quiero captar su atención y animarlo a que dedique este fin de semana para examinar su vida, reafirmar sus valores y reestructurar el orden de sus prioridades. o basta con saber qué es lo mejor para usted… hace falta ir más allá y tomar decisiones que dirijan sus pasos hacia el éxito que tanto anhela. i sabemos… ¡debemos ponernos manos a la obra!
Fuente: Cristian Franco
“Todo esfuerzo vale la pena, pero quien habla y no actúa acaba en la pobreza. La riqueza del sabio es su sabiduría, la pobreza del tonto es su estupidez” (Proverbios 14:23-24, TLA).
Las Huellas que dejé
Rosalina Tuyuc, indígena Cakchikel guatemalteca que ahora preside la Comisión Nacional de Resarcimiento y está postulada al Premio Nobel de la Paz, es una de esas vidas que acumulan experiencias que no pueden alcanzar al común de la gente.
Pasó su niñez en Comalapa, un colorido pueblo de agricultores y pintores primitivistas, donde sufrió la pobreza y las limitaciones para obtener educación que hoy sigue padeciendo la gran mayoría de la población maya en Guatemala.
Pero cuando su pequeño pueblo y su país empezaron a sufrir la desgracia de la guerra, ella creció. Su llave fue el activismo; desde muy joven participó en la Iglesia, en cooperativas, y después, ha estado a la cabeza de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala, una organización que agrupa a más de 100.000 mujeres que perdieron a sus esposos e hijos en la guerra.
Esta diminuta mujer de colorido huipil, se enfrentó muchas veces al poder militar. Del lado de la gente, abogó para terminar con el reclutamiento forzoso de jóvenes indígenas en el ejército, luchó para que las fuerzas armadas no obligaran a los maridos a patrullar en organizaciones paramilitares y sobre todo ha indagado el destino de los desaparecidos. El activismo la llevó a la participación política, fue diputada y ahora Presidenta de la Comisión Nacional de Resarcimiento y nominada al Premio Nobel de la Paz.
Dios espera que cada uno de nosotros sea activo en la vida y que no seamos de los que dejan que las cosas pasen sin dejar marca. Dios nos ha llamado a dejar huella en nuestro camino. Este es el día en el que debes dejar tu huella impresa donde vayas como Rosalina Tuyuc…..Y sobre todo como Jesús de Nazareth lo hizo.
Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Mateo 4:23
Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina. Mateo 7:28
En aquel tiempo Herodes el tetrarca oyó la fama de Jesús. Mateo 14:1
¿La diferencia entre una desgracia y un desastre?
Durante la segunda mitad del siglo XIX, dos hombres fuertes compitieron por el liderazgo del gobierno de Gran Bretaña: William Gladstone y Benjamín Disraeli.
Los dos políticos eran rivales formidables. El siguiente comentario de Disraeli te permitirá entender cómo se sentía uno respecto del otro:
«¿La diferencia entre una desgracia y un desastre? Si Gladstone se cayera al río Támesis, sería una desgracia; pero si alguien lo sacara, sería un desastre».
Mucha gente cree que Gladstone, líder del Partido Liberal por tres décadas, personificaba las mejores cualidades de la Inglaterra victoriana. Era un servidor público profesional, un gran orador, especialista en finanzas y un hombre de moral intachable.
Fue Primer Ministro del Reino Unido por cuatro períodos diferentes, la única persona en la historia de la nación en lograr tal honor. Bajo su liderazgo, Gran Brataña estableció un sistema de educación nacional, instituyó reformas parlamentarias, y vio cómo se permitía votar a un número importante de gente de las clases obreras.
Benjamín Disraeli, quien sirvió dos veces como Primer Ministro tenía un trasfondo diferente. Entró a la política cuando tenía unos treinta años, haciéndose de una reputación como diplomático y reformador social. Pero su más grande logro fue dirigir la compra por parte de Inglaterra de acciones en el canal de Suez.
Aunque ambos hombres hicieron mucho por Gran Bretaña, lo que los separaba realmente como líderes era su acercamiento a la gente.
La diferencia puede ser ilustrada por una historia contada por una joven que cenó con cada uno de ellos en dos noches consecutivas. Cuando se le preguntó su impresión de ellos, dijo: «Cuando salí del salón después de haber estado sentada cerca del señor Gladstone, creía que él era el hombre más inteligente de Inglaterra. Pero después de haber estado sentada cerca del señor Disraeli, creía que yo era la mujer más inteligente de Inglaterra».
Disraeli poseía la cualidad de atraer a la gente hacia él y hacer que quisieran seguirlo. Tenía carisma.
La mayoría de la gente piensa que el carisma es algo místico, casi indefinible. Que es una cualidad que se trae de nacimiento y que, por lo tanto, no se puede adquirir. Pero eso no es cierto.
Maxwell, J. C. (2000; 2003). Las 21 Cualidades Indispensables de un Líder. Thomas Nelson, Inc.
El carisma, dicho claramente, es la habilidad de atraer a la gente hacia sí mismo. Y como otras características del carácter, se puede desarrollar.
El verdadero carisma lo da Dios a través de su gracia y de su Espíritu. El Carisma del Espíritu podrás tocar vidas.
¿Por qué tuvo que pasarme a mí?
La tropa avanzaba paso a paso. La selva estaba espesa y húmeda, el suelo, lleno de barro y el peligro acechaba en cada metro del sendero.
En eso Lewis B. Puller, teniente del ejército estadounidense que peleaba en Vietnam, pisó una trampa explosiva. Para todo soldado que hablaba inglés, era literalmente una “trampa caza-bobos”. La explosión no lo mató, pero le mutiló las dos piernas y parte de las manos.
Librado de la muerte, Lewie Puller regresó a su país, estudió derecho a fin de convertirse en abogado, se casó y tuvo hijos y hasta escribió un libro titulado Hijo Afortunado que le ganó un premio. Pero su vida nunca dejó de arrastrar el dolor de la guerra. Un día, no aguantando más su pena, se suicidó. La revista Time publicó su obituario y le puso por título: “La herida que nunca sanó”
Las guerras de este mundo siguen cobrando sus víctimas, aún después de pasados muchos años. El Teniente Puller, hijo del General Puller, el hombre más condecorado de la marina estadounidense, parecía ser un triunfador. Se sobrepuso a la pérdida de sus piernas. Vivió veintiséis años con su esposa. Y escribió, con éxito , su autobiografía. pero la Psicosis de la guerra lo tenía marcado.
Puller se sumergió en el alcohol. Eso provocó problemas en su matrimonio, acelerando la separación de su esposa. La herida psicológica de Vietnam, que nunca sanó, terminó destruyéndolo.
Hay heridas del alma peores que las del cuerpo. Muchos hombres lisiados de gravedad han podido sobrevivir, recuperarse y hasta ser felices. Pero Puller cayó víctima de otra herida. Allá en el fondo de su alma hubo siempre una úlcera, una llaga abierta que continuamente preguntaba: ¿Por qué tuvo que pasarme a mí?
Buscó alivio en el alcohol, pero éste también es una “trampa caza-bobos” tan destructiva como aquella otra que le mutiló las piernas en plena selva.
Nos gustaría poder dar a conocer otros detalles agradables respecto a este hombre y darle a su biografía un final feliz. Pero la realidad suele a veces ser cruel. No hay consuelo en el alcohol. No hay salvación en las drogas. No hay fuerza vital verdadera en la erudición ni en la literatura. Lo único que puede sanar las heridas del alma es una experiencia espiritual.
Jesucristo es quien consuela a los afligidos, levanta a los caídos, anima a los deprimidos y libera a los cautivos. Sólo Cristo salva, restaura, redime y transforma. Vengan a mí, nos dice a todos. Aceptemos su invitación.
Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda. Jeremías 30:17
He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad. Jeremías 33:6
No Puedo
“No puedo” es la peor frase que se ha escrito o hablado, haciendo más daño que la calumnia o las mentiras. Sobre ella muchos espíritus fuertes se han quebrantado y con ella muchos buenos propósitos mueren.
Brota, cada mañana, de los labios de quienes no piensan y nos roban del valor que necesitamos durante el día.
Suena en nuestros oídos como una advertencia enviada a tiempo y se ríe cuando tropezamos y caemos por el camino.
“No puedo” es la madre de la iniciativa débil; es quien prohija al terror y al trabajo a medio hacer.
Debilita los esfuerzos de inteligentes artesanos y hace del que labora un indolente conformista.
Envenena el alma del hombre con visión, aplasta en su infancia muchos planes.
Saluda al trabajo honesto con abierto desprecio y se burla de las esperanzas y lo sueños del hombre.
“No puedo” es una frase que nadie debiera pronunciar sin ruborizarse; el pronunciarla debiera ser motivo de vergüenza.
Diariamente aplasta la ambición y el valor; devasta el propósito del hombre y acorta sus metas. Despréciala con todo tu odio por el error que inculca; rehúsale el alojamiento que busca en tu mente.
Ármate contra ella como contra una criatura de terror y todo lo que soñamos algún día lo obtendremos.
“No puedo” es la frase que, para la ambición, es un enemigo emboscado que busca destruir nuestra voluntad. Su presa es, para siempre, el hombre con una misión y se inclina tan solo ante el valor, la paciencia y la habilidad.
Ódiala, con odio profundo y permanente, porque una vez bienvenida, quebrantará a todo hombre, sin importar la meta que esté buscando. Más bien, sigue intentándolo y respóndele a ese demonio diciéndole: “Sí puedo”.
Edgar A. Guest
Los que amamos a Dios, sabemos que Él todo lo puede y en Él nosotros lo podremos y si acaso no podemos, Él nos dirá, tú no puedes, pero dèjame a mi, que yo sì puedo.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13.
Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Mateo 9:28.
¡Soy Inocente!
Todos los estudiantes de un colegio en Florida -2550 en total- estaban en problemas. Un sistema de mensajes notificó a cada uno de los padres que su hijo (o hijos) quedarían castigados ese fin de semana por mal comportamiento
Muchos niños alegaron su inocencia, pero algunos padres de todas maneras impusieron el castigo. Una madre, Amy, admitió que le gritó a su hijo y se aseguró que este se presentara en el colegio el sábado para recibir su castigo.
Para alivio de 2534 niños y vergüenza de algunos padres, se descubrió que el mensaje automático había sido enviado por error a todo el cuerpo estudiantil, ¡cuando en realidad sólo 16 estudiantes merecían el castigo Amy se sintió tan mal por no haber escuchado y creído a su hijo que esa mañana lo invitó a desayunar fuera.
Todos tenemos historias que contar acerca de circunstancias que nos han mostrado nuestra necesidad de escuchar antes de hablar. Somos naturalmente tentados a hacer juicios rápidos y a reaccionar con ira. El libro de Santiago nos da tres exhortaciones prácticas para tratar la situaciones estresantes de la vida: “Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” Santiago 1:19
En las tensiones de la vida, seamos hoy “hacedores de la palabra” y tomemos tiempo para escuchar y restringir nuestras palabras y nuestra ira. -AMC
Escucha para entender y luego habla con amor.
Lecciones de Perro
Alguna vez hemos tenido un perro en casa y quizás hemos ignorado lecciones silenciosas que esos animales nos dan, por ejemplo:
• Nunca pierda la oportunidad de salir de paseo.
• Experimente la sensación del aire fresco y del viento en su rostro por placer.
• Cuando alguien que ama se aproxima, corra a saludarlo.
• Practique la obediencia.
• Haga saber a los otros cuando están invadiendo su territorio.
• Siempre que pueda duerma una siesta y desperécese al levantarse.
• Corra, salte y juegue a diario.
• Coma con gusto y entusiasmo, pero pare cuando esté satisfecho.
• Sea leal siempre.
• Nunca pretenda ser algo que no es.
• Si lo que desea está enterrado, cave hasta encontrarlo.
• Cuando alguien estuviere pasando un mal día, quédese en silencio, siéntese próximo a él y, gentilmente, intente agradarlo.
• Cuando llame la atención, deje que alguien lo toque.
• Evite morder cuando apenas un gruñido podría resolverlo.
• En días templados, recuéstese de espaldas sobre la hierba.
• En días calurosos, beba mucha agua y descanse bajo un árbol frondoso.
• Cuando estè feliz, salte y sacuda todo el cuerpo sin inhibiciones.
• No importa cuantas veces lo censuren, no se martirice con culpas que no tenga y no se ponga mal, corra inmediatamente de vuelta a sus amigos.
• Alégrese con el simple placer de una caminata.
• Aprenda del perro, pero no tenga una vida de perro. Viva como un hijo de Dios. Dios es tu Padre y tienes que vivir como Hijo del Padre Celestial.
Por Favor… Perdóname
Perdóname, por favor, cuando hago un espectáculo provocado por la mucha duda en mí mismo.
Perdóname, por favor, por mi silencio y por molestarme demasiado por la bulla de otro.
Perdóname, por favor, cuando grito y me quejo, cuando hablo demasiado o cuando airado, maldigo.
Perdóname, por favor, por amar cosas, por chismear y lamentarme porque no somos iguales.
Perdóname, por favor, cuando no te perdono; Dios dice que eso está mal si deseamos vivir bien.
Perdóname, por favor, cuando alardeo; quiero que sepas que se trata de sentimientos de inferioridad.
Perdóname, por favor, por lastimarte: las palabras te roban el gozo y luego destrozan mi corazón.
Perdóname, por favor, cuando me preocupo y hago berrinches de ser humano; no te disgustes.
Perdóname, por favor, cuando actúo como si fuese mejor que tú, porque en realidad es tan solo una actuación y tú lo sabes.
Perdóname, por favor, cuando detesto lo que no soy; solo ora por mí que eso significará mucho.
Perdóname, por favor, cuando traigo mi pasado y te hago pagar por lo que otro hizo ayer.
Perdóname, por favor, mientras pido tu perdón; porque tú también lo necesitarás si no quieres que tu corazón se endurezca.
Pero sobre todas las cosas, necesito el toque perdonador de Dios y saber que soy su hijo… eso significa mucho.
Brian G. Jett, copyright 2006
Qué estas esperando?
No esperes una sonrisa para ser genial…
No esperes ser amado para amar…
No esperes estar solo para reconocer el inmenso valor de un amigo…
No espere el luto del mañana para reconocer la importancia de quienes están hoy en tu vida…
No esperes tener el mejor de los empleos para ponerte a trabajar…
No esperes la nostalgia del otoño para recordar un conejo…
No esperes la enfermedad para reconocer que tan frágil es la vida…
No esperes a la persona perfecta para entonces enamorarte…
No esperes el dolor para pedir perdón…
No esperes la separación para buscar la reconciliación…
No esperes el dolor para curarte…
No esperes elogio para creer en ti mismo…
No esperes que los demás tomen la iniciativa, cuando sabes que tú has sido el culpable…
No esperes el “te amo”para decir “yo también”…
No esperes tener dinero por montones para entonces ayudar al pobre…
No esperes el día de tu muerte si aún no has amado la vida…¿qué estás esperando?…
Lo único que necesitas es esperar al Señor. Y Él nunca tarda… siempre llega a tiempo.
¿Cuál es mi fuerza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para que tenga aún paciencia? Job 6:11
He aquí, aunque él me matare, en él esperaré; No obstante, defenderé delante de él mis caminos. Job 13:15.
La Culpa No Fue Mía
He aquí lo que escribieron algunos conductores para explicar el accidente automovilístico en el cual se vieron involucrados:
• «Al llegar a una intersección, un arbusto apareció de pronto, dificultándome la visión».
• «Un auto invisible salió de algún lugar, dio contra mi auto y luego desapareció».
• «El poste del teléfono se acercaba a toda velocidad. Yo intenté salirme de su camino cuando me golpeó de frente».
• «La causa indirecta de este accidente fue un hombre pequeño en un carro pequeño con una boca grandota».
• «Había venido conduciendo mi automóvil por cuatro años cuando me dormí en el volante y tuve un accidente».
• «Iba camino al doctor con problemas en mi parte de atrás cuando mi unión universal cedió provocándome un accidente».
• «Atropellé al peatón cuando traté de evitar golpear el parachoques del carro que iba adelante».
• «Venía para mi casa, me metí en la calzada equivocada y golpeé un árbol que yo no tenía».
• «Solo me estaba cuidando del auto que venía detrás de mí».
• «El transeúnte no tenía idea de cuál dirección tomar, así es que pasé por encima de él».
• «El tipo estaba en medio del camino, así es que tuve que hacer varios virajes antes de golpearlo».
• «Me salí al lado del camino, le eché una mirada a mi suegra, y me fui contra al terraplén».
Muchas personas en la supercarretera del fracaso cometen errores pero se niegan a admitirlos. Ven cada obstáculo o error como una falta cometida por otra persona. Y como resultado, por lo general responden en una o más excusas.
¡Siempre, Por Siempre, Pase lo que Pase!
No hay amistad ni amor como el de una madre por su hijo. Henry Ward Beecher Nuestra hija Ariana paso de ser un bebe a ser una niñita, y como todas, solía golpearse y rasparse las rodillas cuando jugaba. En estas ocasiones, extendía mis brazos y le decía “Ven a verme”. Cuando trepaba en mi regazo, la mimaba y le preguntaba “¿Eres mi niñita?” En medio de sus lagrimas, asentía. “¿Mi linda niñita Ariana?” Asentía esta vez con una sonrisa. Por ultimo, le decía: “¡Y te amo siempre, por siempre, pase lo que pase!” Con una risita y un abrazo partía preparada para su próximo reto. Ariana ahora tiene cuatro años y medio. Hemos continuado jugando a “Ven a verme” cuando se raspa las rodillas o hieren sus sentimientos, para los “buenos días” y las “buenas noches”. Hace unas pocas semanas tuve “uno de aquellos días”. Estaba fatigada, de mal humor y agotada de cuidar una niña de cuatro años y dos muchachos adolescentes y un negocio en casa. Cada llamada telefónica o llamada a la puerta significaba trabajo para un día entero, que debía ser despachado ¡de inmediato! En la tarde ya no pude soportarlo y me marche a mi habitación para llorar a mis anchas. Ariana pronto se me acerco y me dijo: “Ven a verme”. Se acostó a mi lado, coloco sus suaves manitas en mis mejillas húmedas y pregunto, “¿Eres mi mamita?” entre lagrimas, asentí. “¿Mi linda mamita?” Asentí, y sonreí. “¡Y te amo siempre, por siempre, pase lo que pase!” Con una risita y un fuerte abrazo, partí preparada a afrontar mi próximo reto. Fuente: Jeanette Lisefski. Sopa de Pollo para El Alma de la Madre He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida. —Salmos 54:4
No es que sea con amor de perrito
Aarón y Abbey, llevaban casi un año de feliz matrimonio, cuando él le hizo un “obsequio” a Abbey que ella nunca deseó: un enorme perrito Chow, con patas del tamaño de pelotas de béisbol.
“Aarón, querido”, dijo Abbey con firmeza “los perros y yo somos enemigos naturales. ¡Sencillamente no sabemos llevarnos bien!”
“¡Pero Abs!”, dijo Aarón, llamándola con el nombre de su mascota con el fin de ablandarle el corazón, “Verás que pronto te acostumbrarás a él”.
Para ambos, era obvio que el perrito era un regalo para Aarón.
“Perri”, nombre que por fin decidieron ponerle al animal, vino a ocupar un lugar incómodo en el hogar. Habiendo decidido que el animal debía comprender su lugar como enemigo personal , Abbey emprendió una campaña silenciosa en contra del cachorro.
Perri captó de inmediato su resistencia y por un tiempo reciprocó robando toallas, despedazando zapatos y muebles y llevándose cualquier artículo pequeño que Abbey estuviera usando, una vez que esta le daba la espalda. El perrito hizo caso omiso a sus intentos por corregirlo y así transcurrió el primer año de Perri, como miembro de la familia.
Cierto día, Abbey notó un cambio en la actitud de Perri. Para su sorpresa, el cachorro comenzó a darle alegre bienvenida cada vez que llegaba a casa, rozando su mano con el hocico y lamiendo sus dedos en un amistoso “hola”. Cada vez que ella lo alimentaba, él se echaba un instante y la miraba con adoración antes de comenzar a comer. Para colmo, el perrito comenzó a acompañarla en sus caminatas matutinas, permaneciendo muy cerca para protegerla de otros perros, mientras ella transitaba por las desiertas calles.
Poco a poco, Abbey fue humillada por el amor de Perri, hasta lograr una tregua. Hoy día, dice que la persistencia de Perri le ha enseñado mucho sobre cómo amar a los enemigos. Ella dice que Perri está ganando la pelea, pero no se lo digan a Aarón.
¿Conoces a alguién, quizás un miembro de tu propia familia, que necesita algún tipo de expresión de tu amor, en vez de tu resistencia?
Fuente: Al Atardecer con Dios, Edit. UNILIT
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos. Mateo 5:44
Enfrentando a los Gigantes que nos atormentan!
Un científico encontró la primera evidencia arqueológica que sugiere que la historia bíblica de David matando al gigante filisteo Goliat sucedió en realidad.
Un fragmento de un cuenco de cerámica, aproximadamente del año 900 antes de Cristo, fue desenterrado en Tell es-Shafi. La excavación se ubica en el lugar de la antigua ciudad de Gath, que la Biblia menciona como la ciudad natal de Goliat.
La ceramica tiene una inscripción en arcaico semítico que dice ” Alwat” y ” Wit”, probablemente la interpretación filistea del nombre de Golia, dijo Aren Maeir, el arqueólogo que dirige la excavación. ” Es un hallazgo revolucionario”, dijo. ” Aquí tenemos una prueba preciosa de que el nombre de Goliat que aparece en la Biblia en el contesto de la historia de David y Goliat, no es una especie de recreación literaria posterior”.
La pieza no es lo suficientemente antigua para haber pertenecido al propio Goliat, pero es la primera vez que en la tierra de Israel se ha hallado el nombre de Goliat, o un nombre parecido a Goliat.
” No he hallado el esqueleto de Goliat con un agujero en la frente, pero es la primera prueba arqueológica de una localización filistea lo que da una fuerte credibilidad a la historia” , dijo el científico, también jefe del departamento de arquelogía en la Universidad de Barllan cerca de Tel Aviv.
Meir dijo: ” Hasta ahora la mayoría de lo que sabíamos sobre los filisteos es desde el punto de vista de la Biblia…Obtenemos una visión muy, muy subjetiva. Eran malas personas, bárbaros, no tenemos nada bueno sobre ellos” ” Cuando miramos a los filisteos desde el punto de vista arqueológico obtenemos pruebas de una cultura muy rica, dinámica, fascinante y avanzada”, dijo el científico.
Tomado de REU. Israel.
La Biblia no se equivoca. Cada día la ciencia comprueba que la Biblia tenía razón. No te apartes de este Libro y deja que ese libro te sane tu pasado, te aclare el presente y te guie en el futuro y te proyecte a la eternidad.
Un acto insignificante, puede ¡Cambiar la historia!
Su nombre era Fleming, un agricultor pobre de Inglaterra.
Un día, mientras trataba de ganarse la vida para su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda desde un pantano cercano. Inmediatamente soltó sus herramientas y corrió hacia el pantano.
Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro, estaba un niño aterrorizado, gritando y luchando tratando de liberarse del lodo.
El agricultor Fleming salvó al niño de lo que pudo ser una muerte segura, lenta y terrible.
Al día siguiente, un carruaje muy pomposo llegó hasta los predios del agricultor inglés.
Un noble inglés, elegantemente vestido, se bajó del vehículo y se presentó a sí mismo como el padre del niño que Fleming había salvado.
—Yo quiero recompensarlo, —dijo el noble inglés—, Usted salvó la vida de mi hijo.
—No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice, —respondió el agricultor inglés, rechazando la oferta—, sólo hice lo que debía.
En ese momento el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la casa de la familia.
—¿Es este su hijo? preguntó el noble inglés.
—Sí, —respondió el agricultor lleno de orgullo.
—Le voy a proponer un trato, déjeme llevar a su hijo y ofrecerle una buena educación. Si él es parecido a su padre, crecerá hasta convertirse en un hombre del cual usted estará muy orgulloso.
—El agricultor aceptó.
Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming el agricultor, se graduó en la Escuela de Medicina de St. Mary’s Hospital en Londres, y se convirtió en un personaje mundialmente conocido.
Algunos años después, el hijo del noble inglés, cayó enfermo de pulmonía.
—¿Qué lo salvó? La Penicilina.
—El nombre del noble inglés? Randolph Churchill.
—El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill, primer ministro británico durante la II Guerra mundial, y uno de los artífices de la resistencia inglesa, y del fin del nazismo.
—El nombre del hijo del agricultor, Alexander Fleming, descubridor de la Penicilina.
Un sólo acto “insignificante”, Cambió la historia?
Nuestros actos como cristianos jamás pasarán por desapercibidos, recuerda que Dios siempre estará presente para tornar nuestro granito de arena en grandes cosas.
No olvidemos que la manera en que nos comportemos afectará a los que nos rodean y aún más a nosotros mismos.
Refleja siempre a Jesús que vive en ti.